Los jefes terroristas islámicos saben que cuentan con sangre joven para cometer sus ataques. Adolescentes que se unen a las milicias radicales con la promesa de que nada les faltará a sus familias. Son usados y descartados mortalmente.
Eso es lo que le ocurrió a Jafar Al-Tayyar, de Uzbekistán, quien formó parte de la agrupación uzbeka aliada a Al Qaeda "Iman Bukhari Jamaat", que hoy lucha en Siria. A Al-Tayyar le encargaron una misión suicida en los poblados de Fua y Kafriyeh.
En el video se ve como el resto de los yihadistas con tupidas barbas alientan al adolescente con abrazos y palmadas para que cumpla con su misión. El joven se introduce en el tanque repleto de explosivos, mira su objetivo y no aguanta las lágrimas. La escena se vuelve desgarradora... aunque no para sus jefes militares.
"Jafar, mi hermano, no tengas miedo. Cuando tengas miedo, recuerda a Alá", le dice uno de los yihadistas que lo empujan hacia la misión suicida. La respuesta del adolescente -quien ni siquiera tiene barba crecida- es contundente: "Tengo miedo, no triunfaré".
Sin embargo, el video muestra cómo Jafar se encamina con el vehículo blindado a su muerte. Lejos de convertirse en mártir.