Derrame de cianuro en San Juan: el agua es potable pero investigan daño ambiental

El juez Pablo Oritja dijo que se busca determinar cuánta contaminación hubo en los ríos pero descartó que la fuga pueda afectar a la salud. Citó a declarar hoy a personal de Barrick Gold

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La Justicia no descartó que
La Justicia no descartó que se haya producido contaminación ambiental en la cuenca hídrica del río Jáchal. 162

El juez penal de Jáchal, Pablo Oritja, confirmó que los análisis sobre el derrame en la mina Veladero concluyeron que "no hay cianuro en el agua que pueda afectar a la salud, lo que no quiere decir que no se haya producido impacto ambiental en la cuenca" del río Las Taguas, de San Juan.


De esta manera, el magistrado quiso llevar tranquilidad a los vecinos de los departamentos de Jáchal e Iglesia, zonas aledañas al proyecto aurífero de Barrick Gold, quienes se movilizaron en reclamo de aclaraciones sobre el incidente.


El funcionario judicial indicó que los análisis químicos efectuados en los afluentes cercanos a las poblaciones arrojaron "resultados negativos en contenido de cianuro". Atribuyó esa conclusión a la baja concentración de ese líquido presente en la "solución cianurada", un componente preparado específicamente para la operación en el yacimiento minero.


"La concentración de cianuro no es alta, se hace con bajo contenido. En el momento en que se filtró tenía 130 partes por millón. Ya en el primer muestreo se había diluido un 50 por ciento y daba 65 partes por millón. Eso da cuenta de la rápida capacidad de disolución que tiene el cianuro en el agua", explicó Oritja en radio Del Plata.


La investigación, sin embargo, está lejos de estar cerrada. El juez cree que hubo falta de mantenimiento y un comportamiento "desaprensivo y negligente" de parte del personal de Barrick Gold. De acuerdo a lo investigado, se dejó abierta una compuerta que debía estar cerrada en el valle de lixiviación de la mina -el lugar donde se separa el mineral de la roca-. Esa decisión fue la que propició el derrame del líquido al denominado Canal Norte, que es el que conduce el agua hacia un sistema de piletas que termina en el río Potrerillos, afluente del cauce del Jáchal.


Aunque los análisis descartan la peligrosidad de la fuga para la población, la Justicia sigue con las pericias "para determinar si hay daño ambiental y en qué grado". "Entiendo que sí ha habido contaminación porque está constatado el vertido de una sustancia peligrosa en el río", advirtió Oritja.


A la par de estos muestreos, la causa continúa avanzado en lo penal. Tras realizarse una inspección ocular en Veladero, el juez citó a declarar este martes 22 al personal que intervino en el valle de lixiviación el 13 de septiembre pasado, cuando se produjo la fuga. La audiencia es clave porque de allí "puede surgir la responsabilidad de quien fue el que abrió la puerta por el cual el líquido cianurado llegó hasta el río", contó el magistrado.


La empresa Barrick Gold admitió que el derrame sobre el río Las Taguas fue de 224 mil litros de cianuro. A raíz de esa maniobra, la multinacional canadiense desplazó a 15 empleados para "facilitar el trabajo a la Justicia".

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