El gobierno de los hermanos Castro ha salido, una vez más, en defensa de Venezuela, su principal aliado político en la región.
El ministro de Exteriores, Bruno Rodríguez, ha defendido esta vez la supuesta independencia del Poder Judicial venezolano, en la mira de la comunidad internacional desde la condena a 13 años y 9 meses de prisión contra el líder opositor Leopoldo López.
"No es posible aceptar injerencias en los asuntos internos de Venezuela y menos en las decisiones que adopta sobre la base de todas las garantías procesales de su sistema judicial", ha dicho el ministro sin nombrar en momento alguno a López.
El funcionario cubano ha ido incluso más allá y acusó a López de liderar una intentona golpista contra Maduro. "No es posible esperar, en momentos en que se discute lo que ocurre con derechos humanos en otros lugares del mundo o las implicancias del terrorismo, la impunidad de actos de naturaleza golpista contra el gobierno de Venezuela", agregó Rodríguez.
El ministro se refirió al tema durante la presentación del informe anual de Cuba sobre las consecuencias del bloqueo de los EEUU a la isla. Desde la sede del ministerio de Exteriores en La Habana, Rodríguez consideró que Venezuela es "una democracia, en un país que tiene una verdadera unión cívico popular". "No es posible -opinó- permitir que se ignoren los derechos de las víctimas de la violencia y los golpistas".
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La hipótesis de la Habana es que Caracas es víctima de "una cruzada contra gobiernos progresistas de izquierda en America Latina". Rodríguez acusó, así, a supuestos "fondos especulativos, de sectores de derecha desestabilizadores alentados desde el exterior, desde grandes transnacionales como las petroleras".
Para Cuba, "Venezuela es víctima de una cruzada internacional en su contra"
Bloqueo a Cuba
El ministro cubano inició su conferencia con largas referencias al texto que presentarán ante la ONU de condena al bloqueo comercial y financiero de los EEUU. Este año, la Habana ha introducido cambios vinculados al descongelamiento de las relaciones con Washington.
A la habitual condena, Cuba ha sumado un reconocimiento a la voluntad aperturista del presidente de los EEUU, Barack Obama. "Cuba aprecia y reconoce los planteamientos de Obama en el sentido de que el bloqueo debe ser levantado. El presidente ha reconocido que el bloqueo provoca daños humanitarios a nuestro pueblo", dijo Rodriguez.
Sin embargo, ha advertido que la Habana hará poco y nada para facilitar el fin del bloqueo, por considerar que ha sido, desde su implementación hace 50 años, "una decisión unilateral".
"El que dirá si este proceso ha tenido sentido será el levantamiento incondicional del bloqueo. Es una política unilateral y tiene que resolverse unilateralmente, no es una avenida de dos direcciones. Así empezó, así fue durante 50 años y así ha de terminar. Y ha de terminar porque es lo que conviene al pueblo de los EEUU", dijo Rodríguez.