En una reunión de urgencia convocada por el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, de la que participaron varios ministros y responsables de seguridad, y en la que se analizó "la guerra del lanzamiento de piedras y bombas incendiarias en Jerusalén y alrededores", el jefe de gobierno aseguró que "está apegado al mantenimiento del statu quo en el Monte del Templo".
El encuentro se produjo después que Alexander Levlovitz, de 64 años, muriera tras perder el control de su vehículo, como consecuencia -de acuerdo con la principal línea de investigación policial- de un apedreamiento. Sus dos hijas resultaron heridas en el ataque en las adyacencias del barrio árabe Sur Bahir.
Para Netanyahu, la cuestión es sencilla: "Los ataques con piedras son asesinatos. Le declaramos la guerra".
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En ese mismo sentido, durante tres días consecutivos hubo enfrentamientos en el Monte del Templo (Explanada de las Mezquitas) donde palestinos con los rostros cubiertos se amotinaron dentro de la mezquita Al Aqsa en Jerusalén y atacaron a las fuerzas de seguridad, quienes informaron que el objetivo era "interrumpir las visitas al complejo durante el año nuevo judío". En los choques hubo al menos 30 heridos, entre ellos 5 uniformados.
"Israel está apegado al mantenimiento del statu quo en el Monte del Templo y no dejará que unos alborotadores impidan las visitas de judíos al lugar", reconoció el primer ministro.
A su vez, confirmó que "se ha decidido un endurecimiento de las medidas en varios ámbitos: será examinada una modificación de las reglas de actuación, así como una pena mínima para los lanzadores de piedras y multas importantes para los menores -y sus padres- que cometan estos delitos".
"Vamos a luchar por todos los medios necesarios contra quienes lanzan cócteles molotov, piedras y bombas caseras, y los que dispararon bengalas para dañar a los civiles y oficiales de policía", sentenció Netanyahu en el encuentro que se realizó en Jerusalén.
"En la víspera de la festividad se ha demostrado una vez más que el lanzamiento de piedras puede matar. Tales acciones enfrentarán una respuesta muy dura de castigo", finalizó el primer ministro israelí.