El próximo 11 de diciembre, el juez Carlos Fayt dejará la Corte Suprema después de casi 32 años en el cargo. La decisión fue comunicada a través de una carta que el magistrado le envió a la presidente Cristina Kirchner.
"Tengo el agrado de dirigirme a la señora Presidenta de la República con el objeto de presentar mi renuncia al cargo de Juez de la Corte Suprema de Justicia, con efectos a partir del once de diciembre del corriente año", informa el escueto mensaje.
La renuncia del magistrado se hará efectiva un día después de que la Presidente haya dejado el cargo: el 10 de diciembre Cristina Kirchner debe traspasar el bastón de mando a su sucesor.
La renuncia del nonagenario magistrado significa que el próximo gobierno podrá postular dos candidatos para completar los cinco miembros que debe tener la Corte. El tribunal que preside Ricardo Lorenzetti funciona con cuatro integrantes, luego de que Eugenio Zaffaroni dejase su cargo en enero al cumplir 75 años, como indica la Constitución Nacional reformada en 1994.
A principios de año, el kirchnerismo postuló a Roberto Carlés para ocupar el puesto. Pese al expreso respaldo del papa Francisco, el abogado cercano al oficialismo no pudo reunir los dos tercios de los votos del Senado necesarios para que su pliego fuese aprobado.
El juez Fayt pudo seguir en su puesto pese a haber superado ampliamente los 75 años que fueron puestos como límite debido a que ya estaba en su cargo al momento de la reforma constitucional de 1994.
Minutos después de que se conociese la carta de renuncia de Fayt, su abogado, Jorge Rizzo, aseguró que "es la mejor resolución que podría haber tomado", ya que "libera las manos del presidente que venga".
"Fayt siempre ha sido un hombre independiente. No lo podemos comparar con nadie, su baja va a ser imposible de cubrir", avisó el ex titular del Colegio de Abogados porteño, en diálogo con el canal TN.
Consultado respecto a los mecanismos contemplados por la ley para elegir el reemplazo del magistrado, Rizzo aclaró que la Presidente "puede postular a quien quiera, pero eso no quiere decir que lo pueda nombrar antes de su salida". "Los mecanismos para el nombramiento (del reemplazo) se dan recién cuando se realiza la vacante", indicó. Es decir, cuando Cristina Kirchner ya no esté en el poder.
El kirchnerismo planteó hace unos meses en la Comisión de Juicio Político la necesidad de realizar estudios médicos para conocer cuáles son las condiciones de salud del ministro más antiguo del máximo tribunal.
"Hay una situación irregular, tiene una edad avanzada y hace mucho tiempo que no acude a las reuniones de la Corte. Esto no merece un pedido de juicio político sino que se realicen medidas probatorias previas", explicó Juliana Di Tullio en aquel momento.
La presidente del bloque de diputados kirchneristas aseguró en aquel momento que estaban preocupados por el funcionamiento de la Corte, que ya funciona con un integrante menos por la vacante que quedó abierta tras la salida de Raúl Zaffaroni en enero pasado.
La primera avanzada de la estrategia oficialista había sido planteada por el jefe de Gabinete Aníbal Fernández, al poner en duda la firma de Fayt en la acordada que definió la reelección de Ricardo Lorenzetti como presidente de la Corte. De acuerdo con el ministro, Fayt ya había perdido idoneidad por su avanzada edad para formar parte del máximo tribunal.
Graciela Fayt aseguró que la salud del juez "es buena" y que trabaja con normalidad. "Es un hombre enormemente responsable; está vivo y trabajando", expresó la mujer. "No deberían preocuparse con la Corte", agregó la hija de Fayt. "Mi padre está bien, lúcido, trabajando, es un paradigma de decencia. De ninguna manera está postrado. Merece todo el respeto", remarcó.
A su turno, en una entrevista con Luis Novaresio en radio La Red, la hija sostuvo que su papá "ha dicho que se va a quedar hasta el 10 de diciembre". Su adelanto fue confirmado este martes.