Los hombres pasan, pero los vinos quedan. Suele ser una de las frases más famosas en el mundo del vino, ya que no hay dudas de que hay nombres de hombres y mujeres que también trascienden generaciones por sus grandes inventos que perduran en el tiempo. Fue Sarmiento quien motivó al vino a mejorar. Porque en 1853 ordenó crear un viñedo modelo al estilo bordelés, con el sueño de poder producir acá vinos como en el Viejo Mundo.
Y –evidentemente– no estaba errado. Porque si bien al principio todo giraba en torno a cómo se hacían los vinos en Francia, Italia y España, poco a poco se fue forjando un estilo propio. Y hoy el estilo de vino argentino está tomando forma, con el malbec como abanderado.
Uno de los nombres más emblemáticos que aún hoy resuena es del de Dom Perignon, padre del champagne. Este monje del siglo XVII quedó inmortalizado en una de las etiquetas más famosas del mundo, del cual se acaba de lanzar la cosecha 2005.
La historia del vino en nuestro país es bastante más reciente. Y si bien los orígenes se encuentran a mediados del siglo XVI, los hombres que le dieron impulso y posibilitaron que hoy el vino argentino sea reconocido en el mundo entero son contemporáneos.
Fueron estos maestros del vino los que empezaron haciendo vino con técnicas "correctivas" cuando la cantidad era lo que importaba. Muchos de esos fueron los responsables del gran cambio. Dejar la cantidad y poner en valor la calidad del vino. Así, el malbec logró hacerse un nombre entre los vinos más respetados del mundo.
Pero para llegar a esa etapa, que es la que está iniciando el vino argentino, antes hay que conocer los lugares, conocer las variedades que mejor se dan, conocer a las personas de la viña, ya sea a los productores como a los trabajadores; y sobre todo a la cultura que rodea al vino. Sin esa base, sería imposible soñar con los grandes vinos argentinos que se vienen.
Los argentinos que mejoraron el producto
A Don Raúl de la Mota se lo conoce, casualmente, como el padre del malbec, porque fue un pionero en elaborarlo a la "mendocina". Cuando todos ya habían cosechado la uva, el seguía esperando en el viñedo su óptima madurez.
Mariano di Paola va a cumplir 20 años al mando de los vinos de La Rural, una de las bodegas más tradicionales. Creador de (quizás) la marca más reconocida, los Rutini siguen siendo el emblema de una nueva vitivinicultura que nació a fines del silgo pasado. Su merlot, incluso alguno de los 90, sigue siendo referente del varietal.
José "Pepe" Galante es otro de los nombres propios de la enología nacional. Muchos años haciendo vinos excepcionales en Catena Zapata, muchos de los cuales forjaron el prestigio del vino argentino; hoy revoluciona el Valle de Uco desde Salentein. Y su as en la manga no es el malbec o algún otro vino que se da bien en la altura mendocina, sino el cabernet sauvignon, el rey de los tintos.
Juan Carlos Rodríguez Villa es otro de los personajes que seguramente más de una vez todo consumidor a llevado a su copa. Porque fue el hacedor del famoso Caballero de la Cepa (quien fuera Raúl de la Mota según versiones de la época) desde los 70. Uno de los pocos vinos de aquella época que siguen siendo referentes hoy en día.
En burbujas Alejandro "Pepe" Martínez Rosell está cumpliendo 35 vendimias y casi desde sus inicios en Navarro Correas que se dedica a elaborar vinos espumantes.
Ángel Mendoza, muchos años en Trapiche y hoy, repartiendo su tiempo entre asesorías y su bodega familiar. Con una visión modernista y una lengua picante, demuestra que sus vinos tienen una razón clara de ser.
Rodolfo Montenegro es otro que ha sabido sorprender a partir de la innovación. Porque desde Santa Julia fue quien se animó a utilizar variedades de poco prestigio en su momento como Tempranillo, Bonarda o Viognier. Todas ellas, hoy, muy respetadas por el consumidor local. Y hablando de consumidor local, Carmelo Panela hace más de cincuenta años que elabora los vinos de López, íconos de un estilo forjado por y para el paladar doméstico.
También Walter Bressia, que supo dar sus primeros pasos elaborando el viejo y querido Santa Isabel de Nieto Senetiner. Hoy goza de su bodega familiar dedicada sólo a grandes vinos.
Siete obras maestras para disfrutar
- Primus Cabernet Sauvignon 2012 - Bodegas Salentein, Valle de Uco, Mendoza $620 - Pepe Galante
- Rosell Boher Grand Cuvee 70 Meses 2008 - Cavas Rosell Boher, Tupungato, Mendoza $950 - Alejandro "Pepe" Martínez
- Luigi Bosca De Sangre 2012 - Bodega Luigi Bosca, Mendoza $280 - Alberto Arizu
- Los Helechos Malbec de Malbecs 2012 - Bodega Los Helechos, Valle de Uco, Mendoza $220 - Ángel Mendoza
- Bressia Profundo 2010 - Bodega Bressia, Mendoza $380 - Walter Bressia
- Santa Julia Magna 2012 - Bodega Santa Julia, Mendoza - Rodolfo Montenegro
- Montchenot 2004 - Bodegas López, Mendoza $160 - Carmelo Panela.
@FabriPortelli