Los jugadores campeones en un club suelen ser intocables. Y ni que hablar en una selección que conquistó el mundo en Sudáfrica 2010 como España. Gerard Piqué no solamente está en el pedestal por ser uno de los mejores defensores del último tiempo, sino que también fue pilar en la obtención del título en territorio africano, el primero en esa materia para la "Furia Roja".
Pero la mano cambió para el esposo de Shakira, quien adquirió mucho repudio después de declararse a favor de la independencia de Cataluña, que pretende formar una sociedad separada dentro de la Unión Europea. En las últimas dos presentaciones del combinado nacional español (ante Costa Rica en la ciudad de León y con Eslovaquia en Oviedo), Piqué recibió silbidos generalizados de los hinchas.
Esta situación no fue pasada por alto por la Real Federación Española de Fútbol, que mantiene una distante relación con el Real Madrid después de que la entidad "merengue" se negara a ser anfitriona de la Final de la Copa del Rey pasada entre el Barcelona y Athletic Bilbao. A pesar de eso, el estadio Santiago Bernabéu había sido apuntado para albergar la cita amistosa del próximo 13 de noviembre ante Inglaterra, pero finalmente los planes fueron cambiados y se mudará la sede a Alicante.
Lo cierto es que los medios españoles afirman que el rechazo que generaría la presencia del hombre del Barcelona en suelo madrileño fue clave para que se modificara la cancha. Varios funcionarios salieron a respaldar a Piqué y pidieron por la libertad de expresión, a la vez que su colega, rival y compañero, Sergio Ramos, comentó: "Debemos estar juntos". España, otra vez dividida por cuestiones políticas que rozan lo futbolístico.
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Los jugadores de la Selección de España tuvieron la noche libre después de vencer a Eslovaquia y Gerard Piqué fue captado a las 6 de la madrugada, a la salida de un boliche en Gijón. Esto despertó más críticas contra su persona, a la vez que varios presentes lo acusaron de estar borracho.