Contra la normalidad: seis casos de "belleza exótica"

Melany Gados, Winnie Harlow, Candice Huffine, Viktoria Modesta, Andrej Pejic y Molly Bair son algunas de las modelos que esquivaron los estereotipos

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Como cualquier producto, la belleza responde a las normas del consumo masivo. De esta forma se generan estereotipos que son construidos y reproducidos por los diferentes sectores de la sociedad. Como en toda época, la belleza se ubica en determinados cuerpos, en determinadas personalidades, no en todos. El semiólogo Umberto Eco sugería que es imposible pensar a la belleza como algo atemporal porque su valor es absoluto. Así como la Verdad y el Bien, los sistemas de valores se van modificando a lo largo de la historia.

El siglo XXI está atravesado por la posibilidad de que todos los ciudadanos, mediante un usuario en las redes sociales, puedan opinar sobre todo lo que sucede. Este nuevo panorama ha favorecido a que la sociedad ponga en tela de juicio los estereotipos: las modelos por ser muy delgadas, las vedettes por someterse a cirugías estéticas. Muchas veces, la publicidad se basa en un ideal, en "lo que queremos ser", un inalcanzable. Si existe una normalidad, un canon, un límite; también existe una anormalidad y un desvío, que en términos de oposición se cataloga como fealdad.

1. Melany Gados

Este viernes Melany Gados estuvo en boca de todos. Ella es una modelo norteamericana de 27 años que padece displasia ectodérmica, un síndrome que causa anormalidades en las capas de piel, afecta la dentadura, la estructura ósea facial y el crecimiento del cabello. Su caso pareciera ser la explotación de lo extraño. No sólo porque no intenta parecer una modelo "normal" sino que posa con su calva cabeza y su nariz ganchuda sin esconder su identidad. Los fotógrafos suelen resaltar su blanca piel y la forma de sus ojos.

De hecho, participó en videos de Rammstein y Die Antowrd, dos bandas que se caracterizan no sólo por hablar desde un lugar periférico –la primera es alemana, la segunda sudafricana-, sino también por buscar una estética diferente a la clásica, a la tradicional, a la normal.

2. Candice Huffine

Si hablamos de una anormalidad simplista, esta es la gordura. Los estereotipos de los últimos tiempos son necesariamente delgados. Candice Huffine no lo es. Y fue noticia luego de que en el candelario Pirelli 2015 decidan incluirla. Como en todo tipo de consumo, se establecen categorías y este es el caso ya que es considerada una modelo de tallas grandes o, como la llaman en el ámbito de la moda, plus size.

Desde 1964, esta compañía –la única que provee neumáticos a la Fórumla 1- realiza una publicación anual donde doce modelos son fotografiadas. Esta es la primera vez que incluyen a alguien fuera de las características de normalidad. Y no hay dudas de que Candice es sensual, pese a no cumplir con el patrón mínimo del modelaje: ser flaca.

3. Winnie Harlow

¿Qué es lo que hace que un cuerpo sea sensualmente atractivo? Winnie Harlow es delgada, alta, con atributos pero hay algo que la vuelve diferente -o en términos positivos: especial- y es que está considerada como la primera modelo con vitíligo. Esta enfermedad le afecta la pigmentación de su piel produciéndole manchas claras de forma progresiva. "La gente tiene la piel negra o blanca, y yo tengo ambas", dijo Winnie en un programa televisivo demostrando que muchas veces lo malo y lo bueno dependen del punto de vista.

4. Viktoria Modesta

Podría decirse que la característica central para ser modelo de pasarelas es la motricidad. ¿Qué sucede con alguien que no puede caminar? Debido a una mala praxis médica en la infancia, Viktoria Modesta tuvo que someterse a miles de tratamientos, hasta que en 2007 decidió amputarse voluntariamente su pierna izquierda. Luego de incurrir en el modelaje, logró llegar a la música. Tiene una gran variedad prótesis que utiliza para resaltar su belleza ciborg.

"Por mucho tiempo la cultura pop me cerró las puertas como una artista amputada y alternativa", dijo en una entrevista con The Guardian. "Creo que a la gente siempre le costó saber qué pensar o sentir sobre un amputado que no trata de ser un atleta olímpico. En el deporte, sobrepasar la minusvalía te hace un héroe, pero en el pop no hay lugar a estos sentimientos", agregó sabiendo que su anormalidad no tiene ningún plus, no le da un valor especial para ser mejor artista. Ese valor pasa por otro lado.

5. Andrej Pejic

"¿Vos sos varón?", le preguntó Chiche Gelblung a Kumbio en la época en que los floggers se hicieron moneda corriente. Posiblemente si conociera a Andrej Pejic le preguntaría si es mujer. Esta modelo bosnia nació varón pero ante las leyes hoy es una mujer transgénero. Gracias a sus rasgos andróginos, puede desfilar vestida tanto de hombre como de mujer, es decir, puede modelar una variedad más amplia de marcas. ¿Importa en este caso su género?

6. Molly Bair

De chica sus compañeros del colegio le decían "la niña rata". Las cargadas estéticas pueden ser crueles pero lo son mucho más si van dirigidas a una chica que quiere ser modelo. Es posible que luego de ese bullying, borre por completo su deseo de caminar por las pasarelas. No es el caso de Molly Bair ya que entendió que los estereotipos se imponen socialmente. Por eso, prefiere verlo desde otro lado. "Creo que la belleza viene realmente de la singularidad", dijo en una entrevista con la CNN.

Todo modelo que va en contra de la normalidad merece respeto. No sólo por intentar abrir el panorama de la belleza hacia espectros más complejos, sino también por intentar no jugar a la victimización. En una entrevista reciente, Melany Gados dijo: "No empecé en el modelaje por otra gente, por más egoísta que suene. Lo estaba haciendo por mí misma. Pero de lo que me he dado cuenta es que, haciendo esto por mí, estoy ayudando a que otras personas se sientan más cómodas de ellas mismas".

Es inevitable, toda historia de lucha contra los prejuicios tiene un costado sensible. La mirada del otro siempre nos moldea, y más aún si es extremadamente negativa. ¿Cuántos insultos, chistes, agravios han tenido que soportar estas mujeres? ¿Cuántas veces habrán llorado en la soledad de sus habitaciones durante horas maldiciendo a algún Dios por haberlas hecho así? El problema quizás esté en no entender que la anormalidad que estas modelos exponen, esta "belleza exótica" que les habrá dado una cantidad importante de dinero, fama y prestigio, es indisociable de que exista una normalidad. Eso que -sin demasiada racionalidad- anhelamos y deseamos ser.

Quizás, en algún momento de la historia llegue el día en que la proliferación de modelos anormales sea tan aceptada que esa variedad se transforme en normalidad. Quizás ese día ya lo estamos viviendo.

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