Hace años que la industria de la moda ha modificado sus estándares. De la mano de una sociedad que se alejaba de los estereotipos de belleza más clásicos, aparecieron nuevas modelos con características diversas. Un buen ejemplo claro es la inclusión de Candice Huffine, una modelo de tallas grandes, en el candelario Pirelli 2015.
Uno de los casos más novedosos es Melany Gados una joven norteamericana de 27 años que padece una enfermedad llamada displasia ectodérmica, síndrome que causa anormalidades en las capas de piel, afectan la dentadura, la estructura ósea facial y el crecimiento del cabello.
En las últimas horas, la modelo subió a las redes sociales algunas fotos de una producción que realizó junto a la fotógrafa Paulina Teter para Rozmowy W Toku en Cracovia, Polonia. Las imágenes tienen tonos sepia, con marrones oscuros y beige, cuero y brillos.
En una entrevista con Metro, contó que su infancia no fue fácil ya que el bullying era constante: "Estaba muy deprimida y suicida, en realidad no quería vivir. No creía que viviría más allá de los 18 años".
Jugando, como ella misma dice, logró superarlo cuando decidió estudiar artes en el Instituto Pratt de Nueva York. "Él me ayudó a entender que soy la única persona que luce como yo", dijo en otra entrevista con Yahoo! Style sobre su novio y cómo la influenció para no bajar los brazos.
Todo comenzó un día, cuando decidió contactarse con los anuncios de Internet que buscaban "personas únicas" para ser fotografiadas. A partir de ahí empezó una exitosa carrera de modelaje y actuación.
"No empecé en el modelaje por otra gente, por más egoísta que suene. Lo estaba haciendo por mi misma. Pero de lo que me he dado cuenta es que, haciendo esto por mí, estoy ayudando a que otras personas se sientan más cómodas de ellas mismas", agregó. Finalmente, y siguiendo sus propias palabras, su historia sirve para eliminar los prejuicios.