El alcohol es parte de la vida cotidiana de mucha gente y si bien su consumo desinhibe, excita y hace que la libido de las personas aumente y quieran tener sexo, ese conjunto de sensaciones lo que no hace es mejorar la respuesta sexual humana. Por el contrario, la dificulta.
La discusión sobre si todos esos efectos que se experimentan persisten una vez que se llega a la cama, fue analizada por un grupo de especialistas. El portal BuzzFeed Life habló al respecto con psicólogos y expertos en la materia que enumeraron una serie de efectos adversos del alcohol durante el acto sexual.
"El órgano sexual más grande del cuerpo es el cerebro", dijo a ese sitio la doctora Madeleine Castellanos, psiquiatra certificada especializada en terapia sexual, y autora de Wanting to Want (Deseando Desear). "Es lógico que cualquier substancia que afecte tu mente tendrá un gran impacto en tu vida sexual. En este caso, el alcohol anula ciertos procesos del cerebro, lo cual suele provocar que cedas a tus impulsos y bajar la ansiedad", sostuvo.
¿El alcohol es afrodisíaco? La uróloga y experta en salud sexual femenina Jennifer Berman afirmó que "no hay bebida que active una parte sexual desconocida del cerebro, sino que lo desinhibe". "Cualquier curiosidad y deseo sexual ya existe en tu cabeza y cuando bebes pueden salir a la superficie, ya que las áreas de tu cerebro que te dicen 'No es una buena idea', o 'No me siento cómodo haciendo eso' se anulan", explicó.
El doctor Harry Fisch, urólogo y profesor de medicina clínica reproductiva en la universidad de medicina Weill Cornell, aseveró que "los antioxidantes del vino pueden aumentar el flujo sanguíneo hacia los genitales", lo que puede generar un cosquilleo en la entrepierna por la dilatación de los vasos sanguíneos. En las mujeres –precisó la uróloga Berman- "el clítoris, los labios y la vagina pueden hincharse y lubricarse más". "A menudo, las mujeres dicen sentirse más excitadas cuando beben, pero aún así resulta difícil sostener la excitación y alcanzar un orgasmo", detalló.
Sin embargo, algunos médicos creen que los efectos podrían ser contrarios a los anteriores: "Normalmente, cuando tocan tu pene, clítoris o labios vaginales de un modo que se siente bien, tu cerebro traduce esas sensaciones en excitación. Pero con el alcohol, las sensaciones quedan sofocadas, y tu cerebro no es tan receptivo con ellas, de modo que tus genitales pueden estar menos sensibles", dijo al portal el especialista Castellanos. "Esto se debe a que el alcohol suprime el sistema nervioso central, lo cual a su vez disminuye la excitación y la respuesta sexual a la estimulación. De modo que algo que normalmente te excitaría o te haría llegar a un orgasmo no se siente tan placentero", explicó.
El urólogo Berman coincidió en que el consumo excesivo de alcohol complica la erección del hombre. "Habitualmente sucede porque el pene tiene menor respuesta a los estímulos, lo cual dificulta alcanzar y mantener una erección". Y añadió: "Para algunos hombres, luego de beber, sus erecciones no están al 100%, pero aún así pueden tener sexo".
Otro de los puntos negativos es que disminuye la lubricación vaginal. "El alcohol deshidrata, así que al estar ebria puede que la lubricación se complique. Este problema es más común en personas premenopáusicas o menopáusicas, que ya experimentan sequedad vaginal debido a cambios hormonales", dijo Berman tras señalar que un orgasmo puede tomar mucho tiempo o ni siquiera llegar. "El alcohol puede demorar la eyaculación, o interrumpirla completamente" porque los sentidos están embotados y la erección no opera en su máximo potencial. Lo mismo sucede con los orgasmos femeninos.
"Al igual que las veces que despiertas luego de una noche de alcohol y piensas ¿cómo me hice esto?, si no puedes sentir lo que sucede, puedes levantarte dolorido el día siguiente por realizar actividades sexuales dolorosas sin darte cuenta", dijo Castellanos. "El sexo anal es más problemático, ya que es muy importante una lubricación correcta. Si no te das cuenta cuando necesitas más lubricante o debes detenerte, puede que te lastimes a ti o a tu pareja", agregó.
Al margen de todo lo anterior, lo que más preocupa a los especialistas es que el alcohol "nubla el juicio" y en términos de cuidados anticonceptivos, es algo muy riesgoso por las enfermedades de transmisión sexual. "Si te desinhibes demasiado, puedes perder el control racional y la perspectiva que te permite tomar buenas decisiones en términos de cuidado personal", dijo Berman.
Otro de los puntos sobre los que hicieron énfasis es que beber demasiado puede dañar la vida sexual de esa persona de manera crónica. "El alcohol aumenta los niveles de azúcar en la sangre, y es el factor principal en el desarrollo de enfermedades cardíacas", sostuvo Castellanos. "Un buen funcionamiento sexual necesita una buena circulación. Si las arterias se obstruyen con placas, afecta la corriente sanguínea que va al corazón, pero también la que se dirige al pene y el tejido del complejo clitoridiano, lo cual tendrá un impacto en la vida sexual", argumentó.
Por último, dijeron que aumenta el cortisol (hormona del estrés) y baja los niveles de testosterona, lo que perjudica la libido. "Lo primero que le digo a los pacientes que vienen con problemas sexuales es que comiencen por dejar el alcohol", recomendó Fisch.