El calvario de este joven colombiano, cuya identidad no se reserva por su seguridad, comenzó días atrás cuando Nicolás Maduro decidió la expulsión masiva y desató una grave crisis fronteriza. En declaraciones con la radio de Colombia La FM, reveló cómo la Guardia Nacional Bolivariana abusó de él y quiso acusarlo de ser un paramilitar.
Según contó, él estaba intentando llevarse todas sus cosas cuando un grupo de policías venezolanos lo arrestó sin razón alguna y se lo llevó a una zona alejada de la frontera.
"Estaba terminando de pasar los trasteos cuando llegaron los soldados de la Guardia Nacional Bolivariana y me hicieron ir hasta la parte venezolana. Ahí me quitaron las cosas que tenía, me amarraron, me llevaron con ellos y en unos arbustos, que tapaban la parte colombiana, me tiraron al piso", afirmó.
Hasta entonces un tradicional –y repudiable– caso de abuso de autoridades. En esta ocasión, agravado porque uno de ellos quiso ponerle una camisa de las AUC (las Autodefensas Unidas de Colombia) para hacerlo pasar por paramilitar, aunque él es un simple civil colombiano deportado.
Luego de esa situación violenta, llegó lo peor, ya que lo llevaron a una zona aún más escondida.
"Me sentaron, me empezaron a pegar con la culata del fusil, me dijeron que dijera la verdad, que no dijera mentiras. Me empezaron a pegar en las costillas, las piernas, la espalda la nuca y, luego (un soldado) me dijo que me iba a 'cojer'. Me bajó los pantalones, sacó su genital y me lo restregó en las nalgas y le decía a otros soldados que me tocaran, (...) no me dejaban mirar a nadie, me pegaban, querían que les dijera que yo era paraco (paramilitar)", contó el joven.
El joven permaneció amarrado toda la noche.
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La frontera colombo-venezolana está cerrada desde el 19 de agosto por orden del presidente venezolano, Nicolás Maduro, como parte de una campaña contra el contrabando y supuestos paramilitares, que incluyó la declaración del estado de excepción en seis municipios y la deportación de más de mil colombianos.
Según el informe que las entidades la ONU entregaron al concluir su visita, al menos 10.000 personas han retornado a Colombia por miedo en los últimos trece días, en tanto que "otras 1.100 han sido deportadas".
Entre Colombia y Venezuela permanecen cerrados actualmente cerca de 160 kilómetros de límite fronterizo de los 2.219 kilómetros totales entre ambas naciones.