Dice que fue quien presentó a Diego Maradona con Guillermo Coppola. "Fue como hacerle gancho a una pareja", explicó alguna vez el "Carly" Randazzo, quien supo vestir las camisetas de Boca, River y la Selección argentina. Pero lamentablemente su nombre no es recordado por su paso por el fútbol profesional y quedó asociado a hechos delictivos, cárceles y procesos judiciales. ¿Quién es Carlos Damián Randazzo?
Nació el 5 de junio de 1959 en Dock Sud. Pese a su simpatía por River, Randazzo hizo inferiores en Boca. Su potencia y cabezazo suplieron su poca técnica y se calzó la camiseta azul y oro por primera vez en septiembre de 1978 en una derrota con San Lorenzo. Tres años después, formó parte del combo de jugadores que el club de la Ribera cedió a Argentinos Juniors como parte del pase de Diego Maradona.
De la Paternal se mudó a Avellaneda para jugar en Racing y de allí pasó nada menos que a River. Sin embargo, tampoco tuvo éxito en Núñez y de manera sorpresiva retornó a Boca en el 83. Se convirtió de esta manera en el único jugador que volvió a ponerse la casaca "xeneize" después de haberse ido al archirrival. En el medio, fue convocado por César Luis Menotti a la Selección.
En alguna entrevista, Randazzo dijo que con Coppola eran "como hermanos". De hecho, vivieron juntos durante tres años cuando "Guillote" hacía sus primeras armas como representante de futbolistas. En ese contexto se da la mencionada anécdota de la presentación de Coppola a Maradona.
"Carly" no se pudo afianzar en Boca y su carrera entró en un declive. Pasó por Guaraní Antonio Franco y Defensa y Justicia. Poco después, en abril de 1985, su nombre quedó asociado por primera vez a las páginas policiales, lejos de las deportivas. Fue detenido junto a tres personas por tenencia de marihuana. Empezaba a despedirse del fútbol. Hombre de la noche, mantuvo un romance con la vedette Mónica Guido.
Randazzo reveló alguna vez que probó las drogas por primera vez en una gira por Francia con el plantel de Boca. También deslizó que el dóping era moneda corriente en su época de futbolista profesional. "Me inyectaban unas jeringas enormes en las venas, después de eso, la cocaína no podía asustarme", confesó.
En 1993 Randazzo volvió a ser noticia. Acusado del homicidio del empresario Virgilio Escobar, estuvo preso durante 11 meses en Caseros, donde recibió la visita de Maradona. Absuelto en el juicio, intentó rehacer su vida y se fue a vivir al sur.
Pasaron los años y en abril de 2005 fue detenido junto a su pareja en San Martín de los Andes, acusado de tenencia de estupefacientes. Tras el juicio oral, fue dejado en libertad. En el medio, tuvo un intento de volver a jugar, en Barracas Central, vendió artesanías en España y puso un gimnasio en Villa La Angostura.