El deseo de halagar al público puede jugarle malas pasadas a un político. Es lo que sucedió con el candidato oficialista a la vicepresidencia, Carlos Zannini, en el acto que compartió en la provincia de Salta con Daniel Scioli y el gobernador de la provincia, Juan Manuel Urtubey, cuando en su discurso propuso: "Levantar en este lugar a los próceres; mi respeto a Miguel Martín Güemes y a Machaca Güemes, su mujer".
Macacha (y no Machaca) Güemes era la hermana del caudillo y gobernador salteño, María Magdalena Güemes de Tejada. Para que no queden dudas de que no era un furcio, el candidato dijo Machaca dos veces.
El error de Zannini en realidad fue doble. O triple, ya que además de pronunciar mal el nombre de la heroína salteña y confundir la filiación de quien un poeta llamó "flor de la montonera", también invirtió los nombres de pila de su hermano, Martín Miguel.
Nada ofende más a un provinciano que el que se haga gala de desconocimiento de su realidad
La catarata de burlas en las redes sociales no se hizo esperar. Nada ofende más a un provinciano que el que se haga gala de desconocimiento de su realidad, confirmando así la presunción de una indiferencia –cuando no un desprecio- por parte de la administración central. Debería saberlo Carlos Zannini, cordobés emigrado al sur.
El candidato, además, en línea con el feminismo oficial, criticó que se estudien nombres de próceres hombres y no mujeres, justo luego de hacer gala de ignorancia en la materia.
Mejor no meterse en cuestiones que no se dominan, es la moraleja a sacar de este episodio.
La esposa del caudillo salteño se llamaba en realidad Carmen Puch de Güemes. María Magdalena Güemes de Tejada, alías Macacha, era su hermana, dos años menor que él, y en verdad su memoria merece ser honrada, ya que fue una pieza clave en la trayectoria del mítico gobernador y en su estrategia de lucha contra el poder español, en la que desempeñó tareas logísticas, administrativas, políticas, diplomáticas y hasta de espionaje.
Tenía belleza, inteligencia, coraje y patriotismo
Tras la muerte de Martín Miguel de Güemes, el 17 de junio de 1821, a los 36 años y a consecuencia de heridas recibidas en combate, Macacha continuó trabajando por la causa patriótica hasta el fin de sus días. Murió en Salta, en 1866, a los 79 años.
Tenía belleza, inteligencia, coraje y patriotismo. Por eso es un ícono del protagonismo de la mujer salteña –y argentina- en las luchas de Independencia.
Tras el homenaje fallido, el acto en el Teatro de la Provincia, en el cual el candidato a presidente Daniel Scioli destacó a Salta como una pieza estratégica en su proyecto nacional, será recordado por el papelón "histórico" de su coequiper.