Lectores, comunidad, audiencia... los medios digitales llevan años buscando generar espacios de debate y aportes de información ciudadana. Las fórmulas son diversas y los resultados no siempre los buscados.
Las alternativas de ProPublica, una agencia de periodismo de investigación radicada en Nueva York, y Hearken, una plataforma para que los medios puedan involucrar al público en el proceso informativo, fueron exhibidas en la Media Party 2015, evento organizado por Hacks/Hackers Buenos Aires.
El evento, que se desarrolla en el Centro Cultural Konex, contó con la presencia de Amanda Zamora, ex periodista de The Washington Post y actualmente en ProPublica, y de Jennifer Brandel, CEO y fundadora de Hearken.
"Al final del día, mi rol es ver cómo involucrar lectores para crear impacto, algo que sea viral pero que vaya más allá. Los lectores no son solo un click, hay que involucrarlos", definió Zamora.
Luego dio algunos ejemplos de cómo lo consiguieron en ProPublica: "Luego del Huracán Sandy en 2012 iniciamos consultas con la Cruz Roja para saber qué se hizo con el dinero donado y no obtuvo respuestas porque había un secreto comercial en medio. El periodista a cargo de la historia pidió a los lectores que enviaran cualquier dato que tuvieran. Colocó anuncios en sus notas y Facebook". ¿El resultado? Una nota sobre los millones que recibió la Cruz Roja para construir apenas seis hogares en Haití.
Pero quizás el proyecto más ambicioso para involucrar a los lectores en el proceso de informar tenga que ver con daños a pacientes por mala praxis. Primero fue una comunidad en Facebook en donde miles de personas relatan sus experiencias y luego, gracias a la cantidad de información adquirida mediante un extenso cuestionario, crearon un buscador de médicos y hospitales, con puntajes sobre cada uno.
"De esa manera ofrecemos un contenido útil a la comunidad. Incluso, los centros médicos nos acercan datos", detalló Zamora y sentenció: "No es fácil pasar de una audiencia a una comunidad. Hay que pensar en algo premium, cómo hacer que la gente le dedique tiempo".
"El periodismo necesita audiencia para sobrevivir, pero el periodismo pone a la audiencia al final. Todo el ciclo de la noticia se trabaja en una redacción. Una vez publicada, periodistas y editores se separan de ella y el público entra en escena", resumió Brandel al hablar del esquema actual de comentarios y cómo los medios desaprovechan la oportunidad de involucrar a su audiencia.
"Los comentarios son duros porque a veces informamos mal o tiramos mucha información y solo damos un pequeño espacio al final para opinar", agregó para de inmediato preguntar: "¿Y si dejamos que la comunidad opine al principio?".
Así nació WBEZ Curious City, un segmento dentro de una cadena radial de Chicago en donde los ciudadanos podían opinar sobre qué temas de la ciudad querían informarse. "Encontramos que el público hacía preguntas fantásticas, lo cual termina en historias originales, relevantes, distintas a las que ofrecen otros medios", agregó.
"Esto no es un periodista creyendo que a la gente le importa un tema; es la gente diciendo sobre qué temas quiere informarse", explicó.
De ese segmento nació Hearken, una plataforma que pueden usar los medios para involucrar a sus lectores. Esto permite crear espacios ordenados en donde leer qué temas importan a los usuarios o bien exponer a votación la próxima investigación.
"Encontramos que las historias que eligió el público eran distintas a las que hubieran preferido investigar los editores. Esto marca que es el público quien marca el rimo", dijo y sentenció: "El periodismo deja de cuidar la puerta; ahora puede sintetizar la información, pero ya no es responsable de todo el ciclo de la historia. Trabajaban para el público y ahora lo hacen junto a él".