Hace 30 años, la policía entraba a la casona de Martín y Omar 544 y ponía fin al clan Puccio, una de las mayores bandas criminales de la historia argentina. Ese día, Arquímedes, su mujer Epifanía y sus hijos Alejandro y Daniel fueron detenidos. En el sótano, los policías se encontraron con Nélida Bollini de Prado, una empresaria que había sido secuestrada por la banda.
Apenas unos días después, su hijo Alejandro aprovechó un descuido de la custodia y, pese a tener las manos esposadas, saltó desde el quinto piso de Tribunales. No pudo suicidarse, pero las heridas lo acompañaron de por vida, hasta que murió en 2008.
Antes de ser el jefe del denominado "clan", Arquímedes fue un contador público que trabajó para el Ministerio de Relaciones Exteriores. Según los investigadores, en esos años se mudó a una casona de la localidad bonaerense de San Isidro con la aspiración de integrarse a la clase social alta a la que no pertenecía y armó una organización delictiva con el fin de conseguir dinero para lograrlo.
El clan liderado por él estuvo integrado por dos de sus hijos, Alejandro, ex wing del Club Atlético San Isidro (CASI) y de Los Pumas; y Daniel, alias "Maguila"; el militar retirado Rodolfo Franco y sus amigos Guillermo Fernández Laborde y Roberto Oscar Díaz.
El primero de los hechos atribuidos a esta banda fue el que tuvo como víctima a un conocido de Alejandro, el rugbier del club Pueyrredón, Ricardo Manoukian (24), secuestrado el 22 de julio de 1982 y asesinado a balazos nueve días después a pesar de que la familia de la víctima pagó 250.000 dólares de rescate.
El segundo de los casos acreditados por la Justicia fue el de Eduardo Aulet (25), ingeniero y jugador del San Isidro Club (SIC), a quien capturaron el 5 de mayo de 1983 y asesinaron apenas cobraron los 100.000 dólares pagados para liberarlo, aunque su cuerpo recién fue hallado cuatro años después.
Luego, el 22 de junio de 1984, el empresario Emilio Naum (38), propietario de firma de ropa Mac Taylor y quien conocía a Arquímedes, fue asesinado de un balazo en el pecho cuando se resistió a que el clan lo secuestrara.
La banda recién fue desarticulada el 23 de agosto de 1985, al intentar cobrar el rescate por la empresaria Nélida Bollini de Prado, de 59 años, a quien la Policía rescató de la casona de los Puccio en San Isidro donde pasó 32 días cautiva.
La vida en la cárcel
Arquímedes fue condenado en diciembre de 1995, también a reclusión perpetua, y a partir de 2002, a raíz de su avanzada edad, fue beneficiado con prisión domiciliaria, pero en 2004 lo enviaron a una cárcel de La Pampa luego de que se comprobó que salía de su casa.
Durante el tiempo que estuvo detenido se recibió de abogado, en 2008 recibió la libertad condicional y fijó domicilio en una vivienda del barrio El Molino de General Pico, donde falleció el 3 de mayo de 2013 como consecuencia de un Accidente Cerebro Vascular (ACV).
Al momento de su muerte, Arquímedes, de 84 años, tenía su propio estudio jurídico, estaba separado hacía cuatro meses de una mujer mucho más joven que él y convivía en esa casa con un predicador de la Iglesia Evangélica, religión que practicaba desde que estuvo preso, según la crónica de la agencia Télam.
De acuerdo a la Policía local, no recibía visitas, ni siquiera de alguno de sus familiares, quienes tampoco quisieron hacerse cargo de sus restos, los cuales fueron inhumados en una fosa común por decisión de la Justicia de General Pico.
Mientras que su hijo "Maguila" (54) estuvo detenido sólo hasta 1988 y en 1999 recibió una sentencia a 13 años de cárcel sólo por el secuestro de Bollini de Prado, pena que jamás cumplió porque desde entonces permaneció prófugo -aparentemente por Nueva Zelanda y Brasil- y debido al tiempo transcurrido la misma finalmente prescribió.