Fogón de los Arrieros: un original espacio cultural chaqueño llega a Buenos Aires

De Borges a Petorutti y Soldi, de Sartre a Fontana... arte, ciencia, política, tradición, humor: una muestra expone un poco de todo lo que se puede ver en el mítico, ecléctico y vanguardista Fogón de los Arrieros

Nicolás Stulberg 162
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Es tarea casi imposible clasificar a este ícono chaqueño: mezcla de museo, bazar, centro cultural, café concert... el Fogón de los Arrieros distingue a la ciudad de Resistencia desde la década del 60 –aunque sus orígenes se remontan a más atrás-, contribuyendo a hacer de esa capital provincial una de las más dinámicas desde el punto de vista cultural.

Desde sus inicios se convirtió en polo de atracción de artistas e intelectuales –incluso más allá de nuestras fronteras- y agente promotor de iniciativas culturales que han marcado la fisonomía de Resistencia. En buena medida, la capital chaqueña le debe su apelativo de "Ciudad de las Estatuas", ya que fue el Fogón de los Arrieros el impulsor de la instalación de la mayoría de las numerosas esculturas que adornan las calles de Resistencia y también de murales en edificios públicos.

Por ejemplo, en la Casa de Gobierno del Chaco se exhibe una rareza: un mural de Pettoruti, realizado en venecitas, de seis por tres metros.

Ahora, la Secretaría de Inversiones y Asuntos Internacionales del gobierno chaqueño, cuya dirección está a cargo de Theresa Durnbeck, ha tenido la iniciativa de mostrarles el Fogón a los porteños, a través de una exposición –en la Casa del Chaco, Callao 328-, que reconstruye el ambiente del Fogón mediante fotografías, pero también "en vivo": para la ocasión, se han trasladado desde Resistencia varias obras de arte –esculturas y cuadros-, objetos de la colección y hasta muebles del Fogón.

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El artista plástico Leonardo Gotleyb es el curador y asesor artístico de la muestra, llamada iIconos del Chaco, El Fogón de los Arrieros/i. Quienes conocen el original, aseguran que el ambiente del Fogón está muy bien reconstruido. Para los chaqueños residentes en Buenos Aires es la ocasión de dar rienda suelta a la nostalgia. Pero lo realmente interesante es que esta experiencia única en una capital provincial sea difundida y quizás replicada en el resto del país.

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La clave del surgimiento de este tipo de manifestaciones suele ser la impronta de las personalidades. Y hay que decir que el Fogón de los Arrieros se fue gestando al calor del encuentro de varias personas. El de los hermanos Boglietti, Aldo y Efraín, que, recién llegados al Chaco desde Rosario, fundaron en 1943 el Club y Templo de la Amistad, con el genial escultor Juan de Dios Mena, cuya obra es una de los pilares del Fogón, y que instaló allí su taller y vivienda, desde 1944.

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Vendrá luego un segundo encuentro fructífero: el de los Boglietti con Ilda Torres Varela, doctora y profesor en Letras, que se convertirá en el alma máter del movimiento intelectual que se genera en torno al Fogón.

Sartre autorizó al Fogón la representación de todo su teatro en "esa ciudad de tan bello nombre: Resistencia"

A ella le escribe Jean-Paul Sartre una carta en la que "con gran placer" autoriza a representar todas sus piezas de teatro en "vuestra ciudad de tan bello nombre: Resistencia". El original de la epístola, celosamente guardado, forma parte de la muestra.

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La visita de Jorge Luis Borges quedó también registrada. Y por el Fogón pasaron y actuaron artistas nacionales –como Elisa Stram- e internacionales –como el violinista Yehudi Menuhin o el mimo Marcel Marceau.

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Pese a sus orígenes algo elitistas, el Fogón fue siempre una casa abierta a todo público.

El lugar tiene un costado "cuarto de maravillas" o "gabinete de curiosidades", del nombre que se daba a los sitios en los que en los siglos XVI y XVII se exponían los objetos novedosos y exóticos que resultaban de los viajes de exploración a tierras lejanas.

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Pero junto a la hélice de un avión, piloteado por el escritor francés y aviador apasionado Antoine de Saint-Exupéry, la vértebra de una ballena, tacitas de café de todos los bares del mundo o un traje de presidiario donado por el padre de Roberto Pettinato –director de Institutos Penales en tiempos de Perón-, el Fogón alberga cuadros de Pettoruti, Soldi, Arcidiácono, Vicente Forte y René Brusau, entre muchos otros. Además, claro, de la abundante colección de obras de Juan de Dios Mena y de Fabriciano Gómez, otro grande de la escultura chaqueña.

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De la promoción del arte escultórico por el Fogón, surgirá también, con el tiempo, la Bienal de Escultura de Resistencia, un acontecimiento artístico de alcance y nivel mundial.

Amigo y promotor del Fogón a distancia fue Lucio Fontana, precursor del informalismo, y a quien muchos creen italiano, porque desarrolló el grueso de su obra en Milán, cuando en realidad es oriundo de Rosario.

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La casa de la calle Brown 350, sede del Fogón, fue construida en 1963 por el arquitecto Humberto Mascheroni en un estilo que sintetiza la filosofía del Bauhaus y Le Corbusier.

En 2014, se inició la restauración y ampliación del Fogón, gracias a un subsidio gestionado por Jorge Capitanich, entonces jefe de Gabinete. Las obras, casi concluidas, estuvieron a cargo de un hijo de Mascheroni, Horacio.

En la vereda del Fogón, descansan los restos de otro ícono resistenciano, Fernando, un perro callejero que frecuentaba los bares del centro de la ciudad, convertido en mascota de todos y hoy emblema citadino. Sobre la tumba, una escultura que lo representa, al mejor estilo de la ciudad.

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En la muestra que se exhibe en Casa del Chaco, puede verse una réplica de la escultura del perro Fernando.

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Fallecidos ya sus creadores, actualmente el Fogón es administrado por una fundación, cuyo director es Daniel Moscatelli, médico de profesión y músico aficionado, integrante de un grupo artístico llamado El elenco inestable. En el Fogón, hay ciclos de cine, tango y ópera, además de otras actividades culturales como conferencias, presentaciones de libros y exposiciones.

Aunque el Fogón estará en Buenos Aires hasta fines de septiembre, un inconveniente de la muestra que se exhibe en Callao 328 (Casa del Chaco) es su horario algo limitado: de Martes a Jueves, de 15 a 18 horas. Más allá de ese horario, pueden gestionarse visitas guiadas, llamando a los teléfonos: 43720961 y 43723045.

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La muestra Iconos del Chaco, "El Fogón de los Arrieros" fue inaugurada el día 23 de julio pasado y estará abierta hasta el 30 de septiembre (ver video a continuación)