La muerte del joven Jorge Ariel Velázquez, de 22 años, días después de haber sido baleado antes de las PASO en la localidad de San Pedro, en Jujuy, desnudó los manejos de la política jujeña y puso en la mira a la organización Tupac Amaru, conducida por Milagro Sala.
El jueves, para descalificar el móvil político del asesinato de Velázquez, la presidente Cristina Kirchner argumentó por cadena nacional que el joven "no era militante radical", sino que, tal como probaba un certificado de afiliación que mostró, el joven pertenecía a la Tupac Amaru. Pero el asunto parece ser un poco más complejo.
Velázquez estudiaba en el Centro Educativo Germán Abdala, bajo gestión de la agrupación de Sala con fondos oficiales. Para ingresar, el joven completó la solicitud de ingreso, a la que accedió Infobae.
Según la la declaración de su cuñada, Silvia Vázquez a radio Vorterix, el joven le había dicho en reiteradas oportunidades que no estaba afiliado a ninguna agrupación política.
Sin embargo, de acuerdo con el certificado de la Justicia Electoral leído ayer por la presidente Kirchner, el joven asesinado estaba afiliado al Partido por la Soberanía Popular, el partido de Milagro Sala. Pero la firma de Velázquez difiere entre una y otra planilla y, en efecto, los propios miembros de su familia afirmaron que la de la ficha de afiliación al partido no correspondía con la firma del joven militante radical.
La ficha de afiliación aporta un dato más, que podría confirmar las afirmaciones de los líderes del radicalismo Ernesto Sanz y Gerardo Morales, quienes denunciaron que Sala afilia compulsivamente a quienes concurren a los centros educativos financiados por el Estado.