Alcoholic Architecture, el primer bar para "inhalar alcohol"

Abrió sus puertas en Londres y se destaca por crear una nube compuesta de diferentes bebidas alcohólicas

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Un Gin Tonic hecho vapor, de eso se trata la nueva propuesta londinense que utiliza humidificadores para que los clientes absorban el alcohol "en una nube". Este nuevo bar abrió sus puertas para degustar nuevas experiencias.

Alcoholic Architecture esparce una nube de tragos compuesta por bebidas alcohólicas y otras sin alcohol en una proporción de tres a uno. El alcohol ingresa al torrente sanguíneo a través de los pulmones y los ojos, por lo que no deja de recomendarse a los clientes "respirar responsablemente".

El proyecto fue ideado por Sam Bompas y Harry Parr, dos amigos que se especializan en experiencias centradas alrededor de los sabores. Así, aseguran, se logra consumir un 40% menos de calorías y sentir los mismos efectos que al beber.

Los invitados descienden a través de una serie de pasillos con una iluminación tenue hasta un vestuario estilo monástico, en donde se visten con una capa. Luego, ingresan al bar que parece haber sido tallado en piedra -se instaló junto a un antiguo monasterio de Londres en Borough Market, uno de los mercados más grandes y antiguos del centro de la ciudad-. Los tragos están basados en los que preparaban los monjes, entre ellos Cartuja, Benedictino, cerveza Trapense y vino Buckfast fortificado. Desde este lugar, lo sigue la recámara de los cócteles.

"Adentro, el sonido es modulado, para que parezca que uno se encuentra de verdad dentro de un vaso", dice Parr. "Es una atmósfera densa que se convierte en una tormenta eléctrica con relámpagos. Es una nueva manera de experimentar los tragos, y es social porque es un ambiente de inmersión compartido. Todos comparten la misma sensación de sabor".

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Según su creador, el alcohol sabe mejor, con más matices en donde se pueden detectar sabores más sutiles cuando el ambiente está humidificado.

Las visitas constan de entradas programadas y las experiencias se limitan a un máximo de 50 minutos por grupo. La entrada cuesta 10 libras (US$15,60), o 12,50 libras en los horarios más concurridos. Los tragos convencionales del bar costarán 8 libras y los Shots Sagrados, 5 libras.

Una iniciativa controvertida

Según publicaron medios británicos, los psiquiatras especializados en alcoholismo se manifestaron en contra de la idea. Alcoholic Architecture fue creado en 2009 pero cerró poco tiempo después. La idea ahora es promocionar una nueva versión del bar que será estacional.

Otros expertos médicos ingleses como el doctor William Shanahan, un psiquiatra consultor en Nightingale hospital, especializado en adicciones y trastornos mentales, llama al método "un truco".

"El alcohol evita el metabolismo en el hígado y se va directamente al cerebro, lo que hace que sea mucho más intoxicante y que la persona se emborrache muy rápidamente", dijo. "Esto tiene el potencial de causar efectos secundarios graves, así como daño cerebral en un cerebro joven en desarrollo."

El doctor Niall Campbell, especialista en adicción al alcohol en el Hospital Priory en Roehampton, fue aún más contundente. "Lo último que necesita este país es otra manera de ingerir alcohol".