"Si yo hablaba, el tipo me pegaba; si le pedía agua, me ponía una picana. Encima me gatilló siete veces en la cabeza el hijo de mil puta...". A Eduardo "Lalo" Ramos se le hace imposible olvidar la imagen del hombre de unos 45 años, "grandote y con mucha fuerza", que lideraba una banda de secuestradores que lo torturó durante horas.
La pesadilla comenzó el martes por la noche en el kilómetro 42,5 de la autovía 2, en Berazategui: Ramos iba de acompañante en un auto Mercedes Benz guiado por un amigo, hasta que ambos se vieron obligados a detenerse por orden de un grupo de personas que vestía camperas de la Policía Bonaerense.
"Uno se bajó y empezó a vociferar: '¡¿Te das cuenta que venís como un loco?!' De repente se bajó otro que vino para mi lado, el del acompañante; y comenzó a gritar '¡Bajate, bajate, hijos de puta, bájense!'", relató esta mañana el ex piloto de Turismo Carretera.
"Uno de los tipos estaba totalmente loco, tenía una violencia tremenda", describió Ramos
Eran las 20.20 cuando comenzó a incrementarse el nivel de violencia: "Me doblaron los dos brazos y me pusieron un precinto, yo no entendía nada. Se bajó un tercero, nos metieron en su auto, a mí con una trompada en la nariz porque uno de los precintos se desprendió y creyeron que me quería escapar".
Mientras viajaban en el vehículo de los secuestradores sin rumbo conocido, uno de los falsos policías le preguntó a Ramos: "¿Te das cuenta qué es esto? Empezá a juntar platita, eh". Era apenas el inicio de una noche de terror.
"Me quiero cuidar porque hay una investigación, pero siempre tuve sentido de la ubicación, fue un viaje de unos 40 minutos y nunca perdí el sentido de la ubicación", comentó el ex corredor en declaraciones a Radio Mitre. "En un momento me bajaron a mí con este tipo que estaba totalmente loco y me dijo: 'Juntá 500 mil para arrancar'. Entonces le respondí: "Sos medio pelotudo, ¿de dónde querés que saque esa plata?", precisó.
"Hay que hacer algo para alertar a la gente, estoy seguro de que ya hicieron esto en la Ruta 2", pidió el ex corredor
Por supuesto, el trato no era para nada amable: mientras exigían el pago de un rescate, los secuestradores insultaban y torturaban a sus víctimas; en esa espera interminable fue que a Ramos lo picanearon y le gatillaron siete veces en la cabeza. "Esto arrancó 20:16 del martes y la hora exacta de la liberación fue a las 4:05, aunque en la casa estuve desde las 21 hasta las 3:30 con el loco este que tenía una violencia tremenda", detalló el ex piloto.
La historia terminó con el pago de un rescate de unos 35 mil dólares que juntaron "tres amigos de Mar del Plata", en una operación que se llevó a cabo en plena Autopista 25 de Mayo, mediante un pasamanos de un vehículo a otro, tras lo cual Ramos y su acompañante fueron liberados: los captores los dejaron sobre la autovía mencionada, cerca de la Riccheri.
La investigación quedó a cargo del fiscal Patricio Evers, quien junto con su personal estuvo siguiendo de cerca cómo se desarrolló el secuestro, con intervención del juez Sebastián Ramos. Según informaron fuentes judiciales, la investigación está en curso, pero hasta el momento no se logró identificar a los captores.