Comienza una semana donde la estrella será el dólar, después de haber perforado el viernes el techo de los 15 pesos. Si bien el billete en la semana pasada subió 1,2%, hay que tener en cuenta que en ese lapso los bonos en dólares con legislación argentina tuvieron leves pérdidas o quedaron sin cambios.
Pasada la euforia de las PASO, la devaluación del yuan en China y las inundaciones, cambió el panorama de optimismo en los mercados y se buscó refugio en el dólar.
La Bolsa, que había tenido un comienzo eufórico por la posibilidad de un ballottage en las presidenciales, terminó derrumbándose en etapas y dejó sin alternativas en pesos a los inversores que volvieron a hacer operaciones de contado con liquidación para llevar el dinero afuera.
La caída mundial del petróleo y las consecutivas devaluaciones de Brasil fueron un problema que obligaron al Banco Central a vender 745 millones de dólares en 14 ruedas. La racha se cortó el viernes cuando la autoridad monetaria pudo comprar u$s85 millones porque sus reservas estaban en alerta naranja por la devaluación del yuan en China.
La falta de dólares físicos será otro de los problemas del mercado de esta semana. Hay que ver cuánto tiempo puede sostener el Banco Central la venta de dólar para ahorro a un ritmo de 20 millones de dólares por día. Si ese ritmo decrece, lo que aliviará la demanda de billetes, el precio del dólar puede acelerar la suba en el mercado libre. En esta economía de controles, una solución trae un problema.
Los frentes de tormenta que se han abierto son más de los pensados y están afectando al Boden 2015, que es el bono estrella porque se paga en su totalidad el 3 de octubre y esto le costará a las reservas del Banco Central 6.500 millones de dólares, aproximadamente. El precio del título se estancó porque los inversores saben que casi todos van a querer cobrarlos.
El Gobierno se quedó casi sin armas para controlar la creciente dolarización
Este bono subía porque había optimismo y el mercado descontaba que la mayoría de los tenedores iba a aceptar el canje por el Bonar 24, un bono que tiene una renta de 11 por ciento. Pero la complicación que introdujo el juez Griesa para los títulos argentinos y la posibilidad de embargar bienes argentinos en el exterior, desalentó esta operación. Saben que no va a ser posible que la Argentina consiga dólares en el exterior colocando un nuevo bono. El resultado fue la pérdida de interés por el Bonar 24 que soportó una baja de poco más de 1 por ciento en la semana.
El Gobierno se ha quedado casi sin armas para controlar la creciente dolarización de las carteras. La estrategia de vender bonos en dólares, para calmar la demanda de billetes, es cada vez menos efectiva.
A medida que se acercan las fechas de las elecciones, la gente prefiere el dólar billete. Por eso, cada comprador de divisas las atesora. Las cajas de seguridad de los bancos están cargadas de dólares y el aumento de la modalidad de robo de las llamadas "entraderas" tiene que ver con la seguridad que tienen los delincuentes de que en las casas la gente atesora billetes norteamericanos.
El feriado fue oportuno porque en el exterior cayeron el petróleo y los mercados del mundo. Si en la Argentina hubiera habido mercados, el derrumbe de la Bolsa era ficha puesta y la suba del dólar libre, también.
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