Cinco peleas calientes en el conurbano bonaerense

Tres barones deberán revalidar títulos ante candidatos de Cambiemos y el FpV en Tres de Febrero, Malvinas Argentinas y Hurlingham. En Morón, habrá duelo de familiares. En Lanús, La Cámpora enfrenta al PRO

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El martes, cuando ya había terminado el conteo provisorio de los votos de las PASO del domingo pero antes de que un "viaje personal" lo llevara a Italia por 24 horas, Daniel Scioli tuvo, acompañado por Aníbal Fernández y "Wado" de Pedro, su primer acto de campaña de cara a octubre. El escenario elegido no pasó desapercibido para quienes siguen de cerca la política del conurbano: con la excusa de presentar la policía local, el gobernador de Buenos Aires aterrizó en Tres de Febrero, un distrito que en las próximas elecciones generales podría dejar atrás su tradición peronista y ponerle fin al mandato de Hugo Curto en la Intendencia después de 24 años de gestión, en manos de Diego Valenzuela, periodista y funcionario del Gobierno de la Ciudad que se impuso holgadamente en la interna de Cambiemos y quedó a sólo 2.000 votos de distancia de su objetivo.

En Malvinas Argentinas y Hurlingham pondrán a prueba sus pergaminos dos barones del conurbano -Jesús Cariglino y Luis Acuña-, mientras que en Morón, la disputa por la gobernación bonaerense tendrá un enfrentamiento vicario: Hernán Sabbatella, hermano del candidato a vicegobernador kirchnerista Martín Sabbatella, se medirá con Ramiro Tagliaferro, esposo de la candidata a gobernadora de Cambiemos María Eugenia Vidal. En Lanús, la contienda tendrá a un hombre de La Cámpora, Julián Álvarez, frente a uno del PRO, Néstor Grindetti, como principales protagonistas.

El oficialismo confía en extender la brecha: creen que un triunfo de Scioli por más de 40 puntos en la Nación ayudaría a consolidar la posición de Curto. Sin embargo, del lado de Cambiemos, están convencidos de que ganaron la elección, y que por la vía de diferentes triquiñuelas, el FpV torció el resultado. El PRO movilizó unos mil fiscales para un comicio que si bien se llevó a cabo en un clima de "hostilidad", no tuvo incidentes. Para octubre, seguirán con lo que se ha convertido en la marca distintiva del macrismo en el conurbano: el contacto uno a uno. Sin grandes actos, Valenzuela promete seguir con "timbreadas" y caminatas en centros comerciales. También esperan beneficiarse del triunfo de Aníbal Fernández en la interna peronista: creen que el voto de Julián Domínguez no irá en su totalidad al jefe de gabinete y que María Eugenia Vidal es "una figura que desequilibra", y que también puede arrastrar votos.

Con poco más de 320.000 habitantes y 277.000 electores, en Morón también hubo una elección pareja: el Frente para la Victoria se impuso sobre Cambiemos por 2,45% (34,76 contra 32,31) pero la interna kirchnerista -en la que se impuso Hernán Sabbatella (37 años), hermano de Martín Sabbatella- hizo que Ramiro Tagliaferro (45 años) fuera el candidato más votado en la general, replicando a nivel municipal una situación que a nivel provincial se dio con su esposa, María Eugenia Vidal.

Al igual que en el vecino Tres de Febrero, desde el oficialismo moronense creen que la elección nacional será definitoria: si Scioli gana, dicen, arrastrará al triunfo a Sabbatella, quien hoy preside el Concejo Deliberante. Por ello, pegarse a la figura del motonauta será la estrategia de cara a octubre. A diferencia de Curto, desgastado por años en el poder, el actual intendente y primer candidato a concejal Lucas Ghi goza de una aprobación cercana al 70%. En el entorno de Sabbatella creen que Macri tiene pocas chances de crecer, y que ello sumado a la buena evaluación de su gestión lo acerca al triunfo.

Por el lado de Tagliaferro, creen que nada está definido aún: reconocen que Nuevo Encuentro tuvo una buena gestión en sus primeros años, pero apuntan a cierto desgaste y estancamiento. Para octubre, continuarán señalando las fallas de la gestión, buscarán pegarse a la imagen de Vidal y apostarán por el crecimiento de Mauricio Macri.

En Malvinas Argentinas, un partido de poco más de 320.000 habitantes y 250.000 electores, el jefe de la Anses local, el kirchnerista Leo Nardini (35 años) fue una de las sopresas del domingo, cuando se impuso sobre el intendente Jesús Cariglino (58 años), enrolado en el massismo, por un escaso margen de menos de un punto -40,16% contra 39,34%-.

El intendente desde 1995, cuando se creó el partido, busca su sexto mandato y la caída por poco más de 1300 votos no lo preocupa. En su entorno sostienen que la situación es similar a la de 2011, cuando Cariglino se impuso en la primaria por un muy escaso margen, pero terminó ganando la general por más de 20 puntos. Dicen que hubo "errores de conteo", y que prácticamente no hicieron campaña. Además, relativizan el peso de la elección nacional: ya en la primaria, Nardini obtuvo 6000 votos menos que Scioli, y Cariglino sacó 5000 votos más que Sergio Massa, una tendencia que podría profundizarse si el líder del Frente Renovador da rienda suelta a sus candidatos para que repartan su boleta junto a la de otros candidatos a presidente.

Perteneciente a la agrupación Kolina, Nardini está entusiasmado: cree que, pegado a la boleta de Scioli, puede seguir creciendo. A poco del triunfo, recibió el llamado de felicitación de Alberto Pérez y Cristina Álvarez Rodríguez, además de su jefe en la Anses, Diego Bossio. Sin embargo, si Cariglino logra bajar al candidato del PRO -como sospecha- y reparte boletas junto a la de otros candidatos, podrían frustrarse sus aspiraciones.

Un dato a tener en cuenta es el alto nivel de voto en blanco que se registró en la primaria, superior al 10%.

En Lanús, un partido de 450.000 habitantes y algo más de 390.000 electores, el camporista secretario de Justicia de la Nación Julián Álvarez se despegó por 6 puntos del macrista Néstor Grindetti, ministro de Hacienda de la ciudad -36,77% contra 30,29%-, en unos comicios marcados por un alto nivel de abstención, cercano al 30%, atribuido a las fuertes lluvias y cortes de luz que sufrió el domingo -Lanús es el partido con mayor cantidad de cortes de luz del conurbano.

La disputa tiene sus bemoles para ambos candidatos: el intendente actual, Darío Díaz Pérez, tiene una alta imagen negativa, que incluso llevó a que su foto no figure en la boleta que encabeza como candidato a legislador provincial. Además, a pesar de haberse impuesto con 91.000 votos, Álvarez obtuvo 8000 votos menos que Daniel Scioli, que se explican por cierta resistencia del peronismo tradicional sobre La Cámpora. Del otro lado, a Grindetti se le dificulta crecer en los sectores más populares, como Caraza, Escalada o Monte Chingolo, donde incluso el domingo tuvo problemas para fiscalizar.

Como marca el manual del buen candidato a intendente del PRO -cuya exitencia es negada por todos los candidatos-, Grindetti hizo una campaña de proximidad, que en Lanús tuvo un matiz particular: buscó recrear la empatía que en su hora supo tener Manuel Quindimil con los vecinos, parando en las esquinas a conversar o aceptando invitaciones a tomar mate. Aunque ha crecido en conocimiento, crecer en los barrios más populares es el desafío que enfrenta para octubre.

Hurlingham es, con 180.000 habitantes y 150.000 electores, el más pequeño de los municipios "calientes"; también, donde más claro parece haber quedado el panorama tras el comicio: con casi 15 puntos de diferencia, el kirchnerista "Juanchi" Zabaleta (48 años) consiguió despegarse del intendente massista Luis Acuña (64 años) y del macrista Lucas Delfino (31 años), con 39,88%, 25,33% y 23,78%, respectivamente.

Acuña está en la intendencia desde fines de 2001, cuando "Juanjo" Álvarez dejó el cargo para asumir como secretario de Seguridad de la Nación, en medio de la crisis. Luego de 14 años de gestión, e ignorado por el gobierno nacional en el reparto de ATN (aportes del Tesoro Nacional) por su pase a las filas del Frente Renovador, los 15 puntos de diferencia parecen difíciles de remontar.

Delfino es politólogo, colaborador de Rogelio Frigerio en el Banco Ciudad, ex jugador de handball y miembro de una familia con 120 años de historia en el partido. Durante la campaña, tuvo el apoyo de Vidal -visitó el distrito unas 5 veces-, de Horacio Rodríguez Larreta -fue al cierre de campaña-, y de otras figuras del PRO como Grabriela Michetti, Fernando Niembro o Alfredo de Angeli. Algunos señalan un enfrentamiento con Jorge Macri, que había lanzado un candidato propio que finalmente debió bajar.