La ceremonia de reapertura de la embajada de los Estados Unidos en Cuba estará marcada por una presencia histórica. Los tres marines que debieron bajar la bandera estadounidense de la sede diplomática cuando ésta cerró, en 1961, presenciarán su izado, acompañados del secretario de Estado, John Kerry.
Larry Morris, Mike East y Jim Tracy son parte de la comitiva estadounidense en La Habana, según cuentan en un video difundido por el Departamento de Estado en YouTube. Con ellos, también estará el ex diplomático Wayne Smith. "Supongo que tenemos un vínculo especial con Cuba. Es un vínculo que no se puede expresar con palabras", afirma East en el video.
Los tres eran marines a cargo de la seguridad de la embajada en La Habana el 4 de enero de 1961, cuando el suboficial a cargo pidió al personal que arriara la bandera por última vez, antes de abandonar Cuba y cerrar la misión diplomática.
"Sabíamos de antemano que en tres días tendríamos que marcharnos", recuerda en el video East, quien fuera sargento de Artillería. "Di Pasquale era nuestro suboficial a cargo y él me dijo: 'Necesito tres voluntarios'", agrega Morris.
"Creo que el suboficial a cargo dijo algo acerca de 'los infantes más grandes y más feos que puedas encontrar, envíalos aquí'", bromeó Tracy, que en ese momento era el guardia de mayor rango en la embajada. La tarea de arriar la bandera recayó sobre ellos tres.
"Nos acercamos a la bandera y no había nadie en la acera. Sabían lo que íbamos a hacer"
"La embajada tenía unas puertas grandes de cristal, y por ellas salimos los tres. Nos detuvimos en los escalones. Afuera había unos 300 cubanos, pero la acera quedó despejada. Nos acercamos a la bandera y no había nadie en la acera. Sabían lo que íbamos a hacer", rememora Tracy.
Morris se emociona al describir el momento en que decidieron doblar la bandera tal como les habían enseñado, y East lo recuerda como un "momento conmovedor". "Con mi esposa he estado casado 44 años y he hablado con ella de Cuba durante 44 años", asegura con una sonrisa Morris.
Después del acuerdo bilateral para normalizar las relaciones bilaterales, anunciado en diciembre pasado, Tracy telefoneó a Morris y bromeó con él sobre la posibilidad de volver a Cuba e izar la bandera. "Jim, pagaría mi propio pasaje si tuviese que hacerlo", le respondió.
Finalmente, los tres estarán allí. Fueron los encargados de cerrar un capítulo en la historia de las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos y ahora, 54 años más tarde, abrirán uno nuevo.