Quiénes son los últimos jefes de Sendero Luminoso en Perú

Los hermanos Quispe Palomino controlan a los grupos que operan en el VRAEM y vigilan el aparato armado del narcotráfico. Buscados por terrorismo y esclavitud, mantienen en alerta a las FFAA de la región

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Sendero Luminoso fue uno de los grupos más violentos de Sudamérica. Bajo una ideología especialmente maoísta, buscaba tomar el poder por la vía armada y desató una guerra interna en Perú que entre 1980 y 2000 dejó casi 70 mil muertos.

Desde entonces, la mayoría de sus líderes están presos, pero quedan grupos armados en el VRAEM (Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro), zona de conflictos de narcotráfico en la selva central de Perú, que aseguran ser parte de la guerrilla.

¿A quién obedecen ahora? Según la cadena británica BBC Mundo, expertos señalan que desde 1999 los hermanos Víctor y Jorge Quispe Palomino controlan a estos grupos que operan en el VRAEM. El general José Baella, jefe de la Dirección contra el Terrorismo (Dircote) de la Policía peruana, dice saber en qué zona se esconden: el Vizcatán, en el sur del VRAEM, donde crecen árboles de hasta 50 metros de altura.

Ambos se identifican como parte de Sendero Luminoso. Pero Abimael Guzmán, fundador y cabecilla histórico de la guerrilla, no los reconoce como miembros de la organización y ellos tampoco obedecen a Guzmán.

Milko Ruiz, procurador del Ministerio del Interior del Perú especializado en terrorismo, conoce los orígenes de Víctor Quispe Palomino, "José", y Jorge Quispe Palomino, "Raúl". Nacieron en Ayacucho, en la sierra sur del Perú, hace unos 48 o 50 años. El padre de ambos, senderista, fue asesinado por las rondas campesinas. Y fue en los 80 que "José" y "Raúl" se integraron a la organización bajo el mando de Abimael Guzmán, fundador y cabeza del grupo subversivo.

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"José" participó en la matanza de Soras, en la sierra sur del Perú, en julio de 1984. Allí murieron 108 campesinos, a pedradas, cuchilladas y balazos. Según Baella, de la Dircote, desde entonces "José" y su hermano "Raúl" han cometido atentados, asesinatos selectivos, torturas y secuestros.

Cuando Guzmán fue capturado y condenado a cadena perpetua en 1992, los Quispe Palomino quedaron bajo las órdenes de Óscar Ramírez Durand, "Feliciano", tercero en Sendero Luminoso, en el actual VRAEM, en la selva central. En el Huallaga, al norte del VRAEM, quedó Florindo Flores Hala, "Artemio".

Pero, dicen los expertos, en 1999, "Raúl" Quispe Palomino traicionó a "Feliciano" y ayudó al Ejército peruano a capturarlo. Luego, "Raúl" traicionó al Ejército y junto a su hermano "José" asumieron el mando de los grupos subversivos del VRAEM.

Los Quispe Palomino traicionaron a "Feliciano" y rompieron públicamente con Abimael Guzmán. Lo llamaron "cobarde", le dijeron que nadie podía comandar una organización desde la cárcel y lo incluyeron en su lista de asesinatos selectivos, según José Baella, de la Dircote.

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Aparato armado del narcotráfico

La Dircote y la Procuraduría siguen llamando senderistas a los Quispe Palomino porque se proclaman maoístas. Sin embargo, además del cisma entre Guzmán y los Quispe Palomino, existe otra razón para argumentar que los hermanos ya no son subversivos: su vínculo con el narcotráfico.

"Los Quispe Palomino no son senderistas, son una banda armada que sirven de guachimanes (vigilantes) de aparato armado del narcotráfico", dice Carlos Tapia, analista político peruano. El general Baella, de Dircote, detalla que para financiarse, los Quispe Palomino dan seguridad a los mochileros o "cargachos" que transportan cocaína por la selva y les cobran entre tres y cinco dólares por kilo.

También protegen las narcopistas, en las que las avionetas pueden cargar hasta 300 kilos de cocaína por vuelo. Cuando los cómplices de los Quispe Palomino quieren ganar más dinero, transportan la cocaína ellos mismos.

José Baella, de la Dircote, calcula que los Quispe Palomino operan junto a 60 u 80 insurrectos. Pero están debilitados. En 2012 y en 2013, las Fuerzas Armadas mataron a "William" y "Alipio", dos mandos militares importantes, y a Gabriel, el menor de los Quispe Palomino.

El Ejército y la Policía desconocen las identidades de los mandos medios, pero han estudiado sus movimientos y los de sus cómplices: saben que se mueven con grupos pequeños, para camuflarse fácilmente en la selva, que adoctrinan a los habitantes de los centros poblados de Vizcatán, que no dejan huellas y que castigan a todo aquel que pierda su armamento.

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Para Carlos Tapia: "Sendero Luminoso ya no existe". Considera como su último cabecilla a Florindo Flores Hala, "Artemio", que operaba en el Huallaga. Antes de caer en febrero del 2012, "Artemio" reconoció en una entrevista a IDL Reporteros que Sendero estaba derrotado.

Sean o no sean seguidores de Guzmán, los Quispe Palomino encabezan grupos armados peligrosos y están requeridos por terrorismo, trata de personas, esclavitud y otros delitos, según Milko Ruiz, el procurador antiterrorismo.