A Rachelle Friedman Chapman le cambió la vida de un día para el otro. Una amiga la empujó en broma a una pileta semivacía y el impacto la dejó paralítica de la cintura para abajo. No obstante, nada la detuvo en la búsqueda de la felicidad y a los pocos días se casó y se convirtió en oradora motivacional. Entre otras cosas, posó en ropa interior para demostrarle al mundo que una persona no deja de ser sensual o disfrutar de la sexualidad al igual que el resto por una parálisis o discapacidad.
"Mi parálisis es una parte horrible de mi vida y espero una cura. Pero, mientras tanto, necesito amarme a mí misma", sostuvo en entrevistas con medios internacionales. Esa noche de 2010 siempre estará en su memoria, pero fue una enseñanza que renovó su motivación para vivir. En lugar de deprimirse, optó por mirar hacia adelante.
Según contó a la revista Cosmopolitan, hoy practica surf, rugby en silla de ruedas y bicicleta. Su última apuesta fue romper con los prejuicios de la sexualidad de las personas con discapacidad y para eso, hizo una producción fotográfica con sensual lencería erótica para la sección Women del diario The Huffington Post. "Los cuerpos con alguna discapacidad son tan sexys y tan buenos en la cama como los demás cuerpos", afirmó. "Hago esto para aquellos que no pueden ver más allá de la silla de ruedas. Lo hago para mostrar de lo que somos capaces como seres sexuados y que no debemos ser subestimados", concluyó.