Lucio Álvarez Lastra supo moverse con rapidez en el mundo de la noche porteña. Con apenas 25 años, logró convertirse en un DJ y fotógrafo clave en varios de los lugares más exclusivos: Jet, Rumi, Asia de Cuba, Voodoo. Hasta participó de eventos top en Punta del Este.
En pocos días, luego del fin de la feria judicial de invierno en una audiencia con fecha todavía a ser fijada, Álvarez Lastra enfrentará en Tribunales la chance de ser llevado a juicio oral y público. El delito del que se le acusa: abuso sexual.
A comienzos del mes pasado, luego de varios meses de instrucción, el fiscal José Campagnoli requirió que Álvarez Lastra sea enjuiciado por haber abusado sexualmente de una joven en su auto, un Peugeot 307, a las 5:30 horas del 9 de octubre del año pasado, cerca del domicilio de la chica en Belgrano.
En su requerimiento, Campagnoli expresó que la víctima había asistido esa noche a la disco Voodoo sobre la calle Dorrego y que se encontró con Álvarez Lastra y que "tras insistirle en la discoteca que le permitiera llevarla a su casa en su automóvil, la damnificada aceptó retirarse con él, quien durante el trayecto comenzó a referirle que siempre había estado enamorado de ella y a acariciarle la pierna". Según el documento, la chica se negó, le pidió a Álvarez Lastra que no "fuera pesado" y hasta se bajó en dos ocasiones del vehículo "volviendo a ingresar por temor a quedarse sola en horas de la madrugada en sitios que desconocía". En el medio del periplo, la joven pudo escribir en su teléfono desde el chat de Facebook a una amiga: "Lucio está lock. Es u. Enfermo", en textuales palabras.
Al llegar a casa de la joven, Álvarez Lastra "reclinó el asiento en el que ella se encontraba y sorpresivamente se abalanzó sobre ella", precisó el escrito del fiscal. De acuerdo al relato, primero la manoseó, ultrajó y luego intentó penetrarla, cuestión que no se cumplió "en razón de no haber tenido erección de su miembro viril y en otro orden, por la resistencia opuesta", detalló.
Luego de unos instantes, aprovechando un momento de distracción, la joven logró bajarse del vehículo y entrar en su domicilio.
Campagnoli le atribuyó a Álvarez Lastra la figura de abuso sexual gravemente ultrajante. El fiscal no estuvo solo para afirmar esta figura penal sobre el DJ y fotógrafo; Mónica Berdión de Crudo, la jueza del caso, a cargo del Juzgado de Instrucción No. 47 en Talcahuano con Juan Pablo Strifezza como secretario, aseveró en su procesamiento del 27 de abril que "la introducción de un objeto en el introito vaginal constituye una circunstancia que fue caracterizada en el debate legislativo como apta para configurar un sometimiento sexual agravante".
El abogado Adolfo Casabal, defensor de Álvarez Lastra, apeló el procesamiento. La Sala 6 de la Cámara de Apelaciones falló en dos ocasiones. En la primera, se dispuso revocar un procesamiento anterior de la jueza Berdión de Crudo y disponer la falta de mérito con dos votos a favor de Lastra de los camaristas Julio Lucini y Rodolfo Pociello Argerich, contra uno del juez Ricardo Pinto. Lucini razonó que la joven bajó dos veces del auto sin requerir auxilio, que "en pleno ataque sexual en lugar de efectuar alguna comunicación telefónica para requerir su pronta asistencia haya escrito por Facebook", entre otros motivos. Sin embargo, en un segundo paso por la Cámara, el camarista Mario Filozof -reemplazado por Pociello Argerich al estar de licencia- votó a favor del planteo de la chica, aunque decidió bajar la calificación a abuso sexual simple, algo que el juez Pinto validó.
Al regreso de la feria, se decidirá sobre un pedido del abogado Casabal: la probation, o suspensión del juicio a prueba, algo que dependerá de Berdión de Crudo y Campagnoli. Sin embargo, las chances del acusado parecen escasas. Fuentes judiciales indicaron a Infobae que "seguramente" Campagnoli disputaría no solo la probation sino también la baja de carátula. El fiscal está convencido.
Filozof, así como Campagnoli y Berdión de Crudo, perciben como sólido y veraz el relato de la joven. El camarista destacó que la víctima dio la misma versión de los hechos en tres ocasiones: el mismo día del supuesto hecho ante la Brigada Móvil de Atención de Víctimas de Violencia Sexual, a una de sus amigas, que luego declaró en la causa y ante la jueza misma al ser convocada. Y camarista, fiscal y juez valoran dos informes de especialistas del Cuerpo Médico Forense, pericias psicológicas a la chica. Ambos informes coinciden en que "no presenta síntomas compatibles con fabulación patológica". Un informe en particular indicó que la joven "presenta indicadores propios de atravesamiento por situaciones de fuerte impacto emocional que le han generado angustia, temor, ansiedad y trastornos en el sueño".
En los términos de la probation, si es que es concedida, la jueza Berdión podría ordenar -según estiman fuentes judiciales- algo que se desprende de otras pericias del expediente: que Lastra siga un tratamiento psicológico. El DJ atravesó un examen ante una psicóloga del Cuerpo Médico Forense; el resultado llamó poderosamente la atención de Campagnoli, la jueza y el camarista Filozof. El mismo determinó que Álvarez Lastra "presenta, sobre la base de lo expuesto, un trastorno de personalidad de corte psicopático y la emergencia de conflictiva en la esfera psicosexual con presencia de componentes regresivos polimorfos."
No es el único problema para el acusado. Se desprendió del testimonio de la joven denunciante que Álvarez Lastra le habría ofrecido consumir éxtasis en el auto, mostrándole una bolsa de varias pastillas. Esto generó una causa paralela que tramita en la Fiscalía No. 6 de Comodoro Py, a cargo de Federico Delgado, con varias actuaciones libradas. Además, otra joven le contó a la denunciante una experiencia similar vivida con él, lo que motivó que el fiscal Campagnoli pidiera que se le tome declaración a esta chica para investigar qué ocurrió.
Álvarez Lastra niega el supuesto abuso. En un descargo que entregó el 20 de octubre del año pasado, once días después del presunto hecho, el DJ afirmó que en la disco Voodoo bailó de "manera 'sensual' por decirlo de alguna manera" con la denunciante, que luego siguieron en su auto y ella le acarició la entrepierna. El encuentro -dijo- no pasó a mayores. La joven comenzó a resistirse y entonces él se detuvo, aseguró. Todo fue "absolutamente consensuado", aseveró.
Álvarez Lastra mostró fotos de él mismo en ropa interior, para demostrar que no tenía ninguna lesión que indicase una posible agresión a la denunciante. El abogado Casabal Elía presentó un testimonio certificado por escribano que indica que su defendido y la joven bailaron juntos de forma sensual -algo que no figura en las declaraciones de la joven- y un cruce de mails con un testigo que indica que ella estaba en un estado beligerante antes de entrar a la disco.
"La versión de la supuesta víctima es tan poco creíble que tres votos de la Cámara del Crimen así lo dejaron en claro en las apelaciones pero, más que eso, la totalidad de los camaristas intervinientes concluyeron en reducir al mínimo posible, abuso simple, la calificación de los hechos denunciados con lo que ratificaron que ellos no eran verosímiles tal como los encuadraba la señora jueza de instrucción", dijo el letrado a Infobae. "En este tipo de episodios corresponde dar el mayor apoyo a la denuncia pero siempre que se pruebe su estricta veracidad. Esto no se hizo. Es claro que la sedicente damnificada miente y que la verdad está en los dichos del falsamente imputado", agregó.
Sin embargo, hay algo en el expediente que contrasta con los dichos de Álvarez Lastra en su descargo. En abril de este año, declaró ante la jueza una amiga de la denunciante: la hermana de esta amiga, según este testimonio, tuvo contacto telefónico con Álvarez Lastra el día después del hecho. Esta chica declaró: "Lucio a mi hermana le contó que si bien él había sido insistente, todo había pasado con el consenso de los dos, había habido penetración en definitiva". La presunta penetración no figura en los dichos de Lastra.