Mientras el hallazgo de restos de un avión comercial en la pequeña isla del océano Índico despertó las alarmas en todo el mundo, hay una paradójica historia detrás de este territorio. Su personalidad más famosa era justamente un aviador. Un piloto que quedó en la historia de la aviación francesa, pero también pasó a la eternidad en el deporte.
¿Quién no escuchó hablar de Roland Garros? Lo que hoy nos remite automáticamente a uno de los torneos de tenis más prestigiosos del mundo, alguna vez fue un hombre que entró en la historia del pilotaje. Nació en Saint-Denis, en la Isla de la Reunión, el 6 de octubre de 1888 y fue uno de los personajes más salientes de la historia francesa.
Pasó a la posteridad por haber conseguido, el 23 de septiembre de 1913, efectuar la primera travesía a través del Mediterráneo sin detenerse. Tardó cinco horas y 53 minutos a bordo de su Morane-Saulnier, partiendo de Fréjus, Francia, y terminando el trayecto en Bizerta (actualmente Túnez). Era la mayor hazaña conseguida hasta el momento.
Lo heroico fue que lo consiguió a pesar de que el motor de su aeronave sufrió una avería en Córcega y que le quedaban solamente cinco litros de gasolina cuando aterrizó.
Este piloto, que participó de la Primera Guerra Mundial, creó un sistema para disparar las ametralladoras a través de la hélice del avión: simplemente las palas de la hélice se recubrían con una placa metálica que las blindaba.
Quedó prisionero en abril de 1915, pero logró escapar después de más de dos años en cautiverio. Trágicamente, murió unos meses más tarde en una batalla aérea. Fue derribado en un combate aéreo el 5 de octubre de 1918, en las Ardenas, cerca de Vouziers.
Mientras tanto, el tenis se popularizaba en Europa. En Francia, desde 1891 ya jugaban el Abierto de Francia. En sus inicios el torneo podía ser jugado únicamente por tenistas que perteneciesen al club polideportivo del Racing Club de France, lugar donde se disputaban los partidos.
LEA MÁS: MH370: los restos de una maleta que podría ser de un pasajero
LEA MÁS: Los restos del avión hallados en Reunión serán enviados a Francia
La exclusividad se mantuvo hasta la edición de 1925, año en que fueron reguladas sus normas de participación y se permitió el ingreso a cualquier jugador extranjero. Pero un suceso tenístico obligaría al torneo a mudar su sede a un nuevo estadio, muy moderno para la época.
Una década después de la muerte de Roland Garros, el merecido reconocimiento a su valentía sería ligado con el deporte. El gobierno francés no se olvidó de este luchador caído en combate. El equipo de Copa Davis integrado por Jacques "Toto" Brugnon, Jean Borotra, Henri Cochet y René Lacoste (Los Cuatro Mosqueteros) venían de vencer como visitantes a los Estados Unidos para quedarse con el título de 1927.
La revancha al año siguiente tenía que ser en terreno francés. Para dicho evento, el Estado cedió tres hectáreas de terreno cerca de la Federación Francesa de Tenis para construir un nuevo estadio acorde con la grandeza del encuentro que se disputaría. Ese complejo llevó el nombre del piloto caído, y se mantuvo hasta la actualidad, donde el certamen se convirtió en el torneo sobre tierra batida más famoso del planeta.
Desde su tierra de origen, los supuestos restos del ala del avión que hoy intriga al mundo serán trasladados a Francia para ser analizados. Partirán desde el aeropuerto local, bautizado, al igual que el complejo de tenis galo, con el nombre de Roland Garros. El hombre más famoso de la isla.