La contradicción entre su llamativa belleza exterior y su funesto mundo interior no podría ser mayor. Poco después de que la destacaran como una de las jóvenes más hermosas del país, las redes sociales estallaron replicando los mensajes xenófobos que habitualmente compartía en su cuenta de Facebook.
Al revisar su perfil, algunos usuarios comenzaron a sospechar de Olga Kuzkova por una foto en la que se muestra haciendo un particular saludo con la mano, que recuerda, aunque no exactamente, al "Heil Hitler" que hacían los fanáticos nazis.
Podría haber sido una desafortunada coincidencia. Pero no lo era: detrás, asomaba un grafiti con la inscripción "14/88", símbolo del supremacismo blanco.
Una de las publicaciones más escandalosas muestra a una mujer vestida de mucama, con el tradicional brazalete de la esvástica, parada delante de dos hornos, de los que sale mucho fuego. Arriba se puede leer un mensaje que pide quemar a los judíos y a los ikhachi/i, forma despectiva de llamar a la gente del Cáucaso.
También compartió fotos en las que besa a su novio junto a un título que dice "Amor blanco". En otra imagen hay una niña vestida con una leyenda que dice "Orgullo blanco". Debajo, Kuzkova apuntó: "Tenemos que asegurar la existencia para nuestra gente y un futuro para los niños blancos".
Se hizo conocida por su participación en un concurso para ser elegida Miss CSKA, el equipo de fútbol más popular de Moscú. No obtuvo el primer premio, pero sí una condecoración como Miss Encanto.
Todo terminó cuando se conoció su aberrante forma de pensar. El club la despojó del título y dejó en claro su posición en un comunicado: "Olga, no eres Miss CSKA. Eres una desgracia para el CSKA".