Los agentes de la frontera no quieren recibir a Donald Trump

El magnate y precandidato republicano a la presidencia de Estados Unidos se trasladó a una ciudad de Texas tras haber dicho que México enviaba "criminales y violadores"

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 AP 163
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Un sindicato local de agentes fronterizos se retiró de los eventos que tenía previstos realizar hoy el precandidato presidencial Donald Trump en la zona fronteriza de Estados Unidos con México para exponer su dura postura hacia la inmigración no autorizada.

Los agentes fronterizos planeaban acompañar a Trump a la frontera y reunirse con él, pero cancelaron después de consultarlo con el sindicato nacional, el Consejo Nacional de la Patrulla Fronteriza, según informó Héctor Garza, un dirigente gremial.

El equipo de campaña de Trump indicó en un comunicado que el republicano de cualquier forma irá a la frontera en la tarde a pesar del "enorme peligro" y culpó a las autoridades del sindicato de no querer "que las personas sepan lo mal que está la frontera".

El empresario tiene previstos actos proselitistas en Laredo, Texas, incluida una conferencia de prensa en la tarde. Durante su visita a Laredo, el empresario estará muy cerca de la volátil ciudad mexicana de Nuevo Laredo. Y a pesar de los peligros, legisladores y otros altos funcionarios visitan rutinariamente la zona e instalaciones fronterizas en el puerto más transitado del país.

La visita de Trump causó reacciones en la ciudad, donde hay una importante población hispana. Pedro Omar Castillo, de 72 años, sugirió que Trump necesita crecer en el voto hispano si quiere ganar en las elecciones de 2016. "Pero no lo logrará debido a sus palabras", dijo a la agencia de noticias AP y remató: "Es un racista".

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Trump irrumpió en la contienda presidencial diciendo que quienes cruzan la frontera sin autorización son "criminales" y "violadores" y ha acusado al gobierno mexicano de enviar deliberadamente delincuentes a Estados Unidos.

Ahora que realiza este viaje, Trump está envuelto en un enfrentamiento con sus rivales republicanos y ha recibido críticas de los dos partidos, lo que le garantiza al empresario la atención de votantes y reporteros.

Ayer en Washington, en respuesta a una pregunta sobre el viaje de Trump, el ex gobernador texano y también candidato republicano a la presidencia Rick Perry ironizó: "Espero que sea capaz de encontrar la frontera. Me parece que nunca ha estado allí".

Perry dijo que la campaña de Trump es un "cáncer para el conservadurismo" y definió el "trumpismo" como una "mezcla tóxica de demagogia, mezquindad y absurdo que llevará al Partido Republicano a la perdición si continúa".

El senador republicano Lindsey Graham calificó a Trump de "imbécil". Este a su vez lo trató de "idiota" y divulgó el número de teléfono personal del senador. Bush dijo que su retórica era "fea" y "mezquina".

El enfrentamiento se produce de cara a una elección presidencial en la que el voto latino cumplirá un papel crucial, sobre todo en estados como Nevada, Colorado y Florida, que pueden inclinarse por uno u otro partido.

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