El déficit fiscal financiero trepó a $5.300,5 millones en mayo y creció casi cuatro veces respecto a igual mes del año pasado, según informó el Ministerio de Economía. El desequilibrio se eleva a $17.672 millones si se excluyen las transferencias de utilidades del Banco Central y de la Anses que sumaron $12.303 millones de pesos.
De esta forma, en cinco meses el déficit fiscal ascendió a $87.154,3 millones, o sea 3,2 veces más que en igual período del año anterior, contabilizando rentas de propiedad por $28.370 millones. Sin ese auxilio, el rojo final de las cuentas públicas voló a casi $116.000 millones, equivalente a 5,7% del PBI del período.
Semejante desequilibrio de las cuentas públicas ha contribuido a presionar al Banco Central, como prestamista de última instancia, a emitir una miríada de pesos que luego se vuelcan al mercado cambiario y generan presiones sobre el conjunto de precios de la economía.
Los economistas profesionales y los operadores financieros tienen puesta la mira en el comportamiento de las finanzas públicas, porque la principal fuente de financiamiento es la inflación, a través del auxilio de pesos que el Banco Central le gira a la Secretaría de Hacienda.
De ese modo, contribuye a ampliar la brecha negativa entre la cantidad de pesos y de dólares en las reservas, la cual ya pasó el umbral de 15 pesos, porque genera presiones alcistas de precios en los mercados de bienes, y también de los activos financieros, en una economía cada vez más cerrada y con mayores controles y obstáculos para desarrollar la actividad privada.
A su vez, el resultado primario de mayo –previo al pago de intereses de la deuda pública- mostró un superávit de $3.825 millones, un 24% superior al que se produjo hace doce meses, luego del aporte de $12.303 millones de rentas de propiedad, las cuales se incrementaron en 143 por ciento.
El desequilibrio de las cuentas fiscales obligó al gobierno nacional a acelerar la emisión de deuda en el mercado doméstico, convalidando tasas de interés de 30 por ciento.
Las proyecciones privadas señalan al rojo fiscal de 2015 en el orden del 7 por ciento del Producto.