Qué hay que saber sobre culebrilla

Es una enfermedad que reactiva el virus de la varicela. Se estima que una de cada tres personas padecerá herpes zóster en algún momento se su vida. Principales características y tratamientos

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Una de cada tres personas desarrollará herpes zóster (HZ) a lo largo de su vida, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés). Esta enfermedad es el resultado de la reactivación del virus de la varicela zóster (VZV) que, según estudios de seroprevalencia, en Argentina, cerca del 98% de los mayores de 40 la padeció o estuvo en contacto con este agente infeccioso.

Luego de tener varicela, "el virus queda alojado en el ganglio anexo a la raíz dorsal de la médula y desde allí, se produce una reactivación en la forma que se conoce como culebrilla o herpes zóster", definió la doctora Claudia Vujacich, médica infectóloga de Stamboulian Servicios de Salud. Si bien pueden darse casos a partir de los 40 o 50 años de edad, lo más frecuente es que la culebrilla la padezcan las personas que han atravesado la sexta década de la vida.

¿Dónde y cómo afecta?

La erupción del herpes zoster puede iniciar y extenderse por diferentes partes del cuerpo, aunque los casos más típicos son en el tórax. "Se trata de un rash de distribución por las metámeras, es decir, por los nervios sensitivos. Habitualmente se manifiesta como una placa eritematosa sobre la cual se desarrollan las vesículas", explicó Vujacich.

Si el paciente no recibe tratamiento, la evolución de esas lesiones puede extenderse de dos a tres semanas. No obstante cuando se indican antivirales este período se acorta. "es lo que nosotros definimos como 'tiempo a costra', que consiste en el período en que la lesión va de vesícula, a pápula y luego a costra", agregó.

Una de las principales preocupaciones del médico respecto a la culebrilla es cuando se localiza en la región ocular y el dolor asociado a esta enfermedad. La complicación más debilitante y difícil de combatir es el síndrome doloroso que persiste luego de la desaparición del rash, la neuralgia postherpética (NPH). Según la especialista, estas son las dos complicaciones más importantes en lo que refiere al herpes zóster. "De las localizaciones oftálmicas, de la rama oftálmica del nervio trigémino, cuando hay compromiso ocular puede ser leve o bien ser más severo y prolongado en el tiempo".

En cuanto a la NPH, es una complicación neurológica que, en algunas series, complica entre el 15 y el 20% del total de personas afectadas por el herpes zóster. Aunque esta complicación puede ocurrir a cualquier edad, es más frecuente en personas mayores de 60 años, donde alcanza una prevalencia superior al 40%. "Consiste en un dolor neuropático, de tipo neurítico, de muy difícil tratamiento que usualmente dura hasta dos meses aunque en algunos casos puede prolongarse hasta seis meses y, en situaciones excepcionales, puede durar más de un año", describió.

Salud, curación y mística

Al hablar sobre culebrilla, es habitual escuchar sobre el tratamiento con tinta china que realiza el curandero para terminar con la afección, pero ¿Tiene algún efecto? De acuerdo con la doctora Vujacich, existen diferentes prácticas "folclóricas" como el uso de la tinta china o la piel de sapo que son bien aceptadas por las comunidades locales y hacen quedar bien a los curanderos porque el rash eventualmente se va.

"Sabemos que aunque no le demos antivirales (al paciente) es autolimitado en el tiempo". Respecto a la tinta china, la especialista reconoció que si bien puede tener algún vehículo alcohólico, astringente, que puede llegar a secar un poquito las lesiones, no hay nada demostrado científicamente al respecto y tampoco tiene ningún efecto sobre la neuralgia y las complicaciones.

La vacuna

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Para la prevención del HZ y de la NPH existe una vacuna aprobada en 2006 en Estados Unidos. Luego se sumaron Australia, Canadá y distintos países de Europa y de Latinoamérica, como Colombia, Chile, México y Venezuela. En Argentina está disponible desde agosto de 2014 y fue aprobada por ANMAT en 2013 para su uso en mayores de 50 años.

Se trata de una vacuna formulada a virus vivo atenuado que contiene la misma cepa incluida en la inmunización contra la varicela que se utiliza en pediatría. "Para su aprobación, se realizaron estudios en la población de veteranos con una participación de más de 38.000 pacientes que demostraron una eficacia de alrededor del 51% en reducción de herpes zóster y entre un 60 a 66% de reducción de la neuralgia posherpética y carga de enfermedad".

Herramienta preventiva

Desde que está disponible la inmunización, muchos pacientes se acercan a la consulta médica con las lesiones o la neuralgia posherpética para preguntar si la vacuna les aportaría algún beneficio. Lo cierto es que se trata de un recurso preventivo, no curativo. "No cura ni el herpes Zóster que se trata con antivirales ni la neuralgia posherpética, para la que se indican antineuríticos", subrayó Vujacich.

Respecto a la edad óptima para vacunarse, está indicado a partir de los 50 años. "No obstante, distintas organizaciones científicas como el Comité Asesor de Prácticas de Inmunización de los Estados Unidos (ACIP), la recomiendan a partir de los 60 años. La organización Mundial de la Salud también maneja esta recomendación y hay algunos países como Inglaterra que la han incorporado para administrarla a partir de los 70 años", indicó la especialista.

"Esta vacuna es para inmunocompetentes. Para el inmunocomprometido, en este momento, hay otras inmunizaciones en desarrollo que van a ser las más seguras para estas poblaciones", finalizó.