De cada viaje podrían hacer una novela. O dos. Se trata de las historias que azafatas y comandantes de abordo recolectan en las alturas. Son ellos quienes deben interactuar continuamente con diferentes personalidades y comportamientos, pero a 10 mil metros y con extrictas normas de seguridad y atención.
Es por eso que, silenciosamente, las tripulaciones tienen sus pequeñas "venganzas" en las redes sociales. Lo hacen posteando (o permitiendo postear) imágenes de pasajeros cuya conducta choca con lo socialmente aceptable: colocar los pies casi en la cara del acompañante, orinar en bolsas de plástico en la butaca, romper el apoyabrazos por usarlo incorrectamente, cortarse las uñas y pasearse descalzo sin estar lo suficientemente higienizado son algunas de las razones que hacen que muchas veces viajar no sea un placer.
Tanto en a href="https://www.infobae.com/" rel="noopener noreferrer" Twitter/a como en Instagram, son las mismas azafatas y comandantes de abordo quienes postean estos comportamiento bajo hashtags bien identificados: #crewlife (#vidadetripulante) #passengershaming (#vergüenzadepasajero) #bringingbacktheglamour (#devuelvanelglamour). Estas son las etiquetas más populares que tanto profesionales del aire como pasajeros enojados suben a internet.
Pero no sólo fotografías pueden encontrarse. Con esos hashs las tripulaciones también cuentan historias y vivencias en el aire: anécdotas, comportamientos insólitos y hasta algún "pecado". "Ningún vuelo es igual al otro. Nunca sabes con qué te encontrarás cuando abordas el a href="https://www.infobae.com/" rel="noopener noreferrer" avión/a. Cada día es una aventura", señaló Heather Poole, autor del libro Cruising Attitude y tripulante.