El Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), principal socio de la presidente Dilma Rousseff, expresó hoy que desearía romper esa alianza y sólo permanece en la coalición de gobierno "por obligación moral" con los electores.
El presidente de la Cámara de los Diputados, Eduardo Cunha, uno de los principales líderes de esa fuerza política, afirmó en un desayuno de prensa que el PMDB anhela romper relaciones con el Partido de los Trabajadores (PT) de Rousseff, con el que se alió para las elecciones de 2010 y 2014.
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Cunha no descartó que el PMDB rompa su pacto con el PT antes del final del segundo mandato de Rousseff, que concluye el 1 de enero de 2019, aunque recalcó que eso no sería lo "ideal" porque "la inestabilidad política y la ingobernabilidad no son buenas para nadie".
El político también aseguró que "no significa nada" que el PMDB tenga seis ministros en el Gobierno y la Vicepresidencia, que ocupa Michel Temer, el presidente de ese partido, puesto que, según él, el PT controla la estructura de todas las carteras.br/
Aunque el PMDB siga al lado del Gobierno, según Cunha, el oficialismo ya "no tiene mayoría en el Congreso, sólo finge que tiene mayoría", por lo que "no tiene capacidad de asumir su agenda" política.
El presidente de la Cámara de los Diputados también auguró que se avecina un segundo semestre "más duro" para Rousseff en el Congreso, después de que el oficialismo haya perdido votaciones importantes en los últimos seis meses, en parte por el voto contrario del PMDB.
La declaración de Cunha supone una vuelta de tuerca en el alejamiento entre el PMDB y el PT, después de que Temer anunciara este miércoles que su partido tendrá un candidato propio en las elecciones de 2018.
El trasfondo de esta caída de la popularidad del oficialismo está vinculado, por un lado, con una
Por el otro,
, ha golpeado políticamente al PT y ha generado masivas movilizaciones en su contra.