El senador demócrata fue el protagonista en la sesión a la que Blatter se rehusó a presenciar. Afirmó que se sentía sorprendido y abochornado por "lo que ha salido en las últimas semanas" y temeroso "de que pueda ser sólo la punta del iceberg".
"Han sido muchos años de contaminación, y las investigaciones nos llevarán hasta el punto exacto que alcanzó la corrupción. Podemos llevarnos aún más sorpresas", cerró.
El Senado de los Estados Unidos criticó que Blatter no se presente. Y aunque tampoco estuvo el presidente de la federación norteamericana, Sunil Gulati, envió a dar la cara a su secretario general, Dan Flynn.
"El presidente Gulati ha delegado en mi persona porque yo conozco más sobre el tema", dijo Flynn que admitió que "tenía sospechas sobre los manejos en la FIFA, pero no podía decirlo por falta de pruebas contundentes de esas irregularidades".
"Los Estados Unidos tienen en la FIFA el mismo peso que cualquiera de las otras 208 federaciones que la integran, y por lo tanto, nuestro margen de maniobra es limitado", añadió el secretario de la Federación de EEUU.
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Otro de los participantes fue el periodista británico Andrew Jennings, quien precisó que en 2011 entregó a la Federación de Estados Unidos pruebas inequívocas de la corrupción en la FIFA, pero que no tuvo mucho apoyo.
El Senado norteamericano planea seguir con la discusión sobre las formas en que Estados Unidos y sus aliados pueden trabajar para reformar la FIFA y cómo restaurar la integridad del fútbol, un deporte que tiene millones de seguidores.