Diez árbitros, varios de ellos de Primera División, son investigados por la Administración Federal de Impuestos Públicos (AFIP) y, de comprobarse que no pueden justificar su situación patrimonial, serán suspendidos por la AFA hasta que regularicen su situación.
A los ya suspendidos Pablo Lunati, Diego Ceballos y Javier Uziga, el ente recaudador podría sumarles los nombres de los árbitros Sergio Pezzotta, Germán Delfino, Carlos Maglio, Saúl Laverni, Nicolás Lamolina y de los asistentes Gustavo Esquivel y Diego Romero.
Dos fuentes de la AFIP informaron que son diez los referís objetados por el ente recaudador y por ese motivo ambos gremios buscan reunirse con Ricardo Echegaray para confirmar las identidades de los apuntados.
Guillermo Marconi y Federico Beligoy, referentes del SADRA y las Asociación Argentina de Arbitros (AAA), tenían previsto juntarse con el administrador federal este martes pero la cita fue cancelada y todavía no hay una nueva fecha.
Una vez que Echegaray le informe a Marconi y Beligoy quiénes son los involucrados, la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), tal como se estableció a fines del mes pasado, dispondrá que ellos no dirijan partidos oficiales hasta que regularicen su situación.
Esta decisión fue tomada luego de una reunión que mantuvo el 29 de junio el presidente de la AFA, Luis Segura, con el propio Echegaray y los primeros damnificados fueron Pablo Lunati, Diego Ceballos y el asistente Javier Uziga, quienes no participaron en la decimosexta fecha y tampoco lo harán en la decimoséptima del torneo "Julio Humberto Grondona".
Si bien AFIP no le comunicó oficialmente a la AFA la situación de estos diez árbitros, desde Viamonte informaron a la agencia de noticias NA que si se confirman las irregularidades se subirá referís que habitualmente se desempeñan en la B Nacional para que conduzcan partidos de Primera División.
El ente recaudador viene investigando desde hace más de dos años a Lunati, quien es acusado de evasión y lavado de dinero y hasta se lo acusa de tener una sociedad en Miami no declarada con el nombre "Todo Pasa", algo que fue negado rotundamente por el propio implicado.