La pobreza no para de crecer desde 2011: afecta a 3 de cada 10 argentinos

Una familia tipo necesita $5.700 por mes para no ser pobre, más del doble de lo que calcula el Indec. También se incrementó la tasa de indigencia

Adrián Escandar 162
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Sin cifras oficiales hace casi dos años, el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA) presentó los nuevos datos de pobreza e indigencia en la Argentina, que el organismo privado releva desde hace una década. Las cifras que arrojó el informe no fueron positivas: el 28,7% de la población argentina es pobre, según los cálculos al cuarto trimestre de 2014.

La pobreza no para de subir desde 2011 y ya afecta a tres de cada diez argentinos. El informe reveló que una familia tipo necesita al menos reunir ingresos por $5.717 por mes para no ser pobre, de acuerdo a los cálculos de su propia Canasta Básica Total (CBT). Es más del doble de los $2.026 que calcula el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).

Mientras que la tasa de pobreza era del 24,7% en 2011, pasó al 26,2% en 2012 y subió un 1,2% más el año siguiente. Con los valores actuales, hay igual cantidad de pobres que en 2010.

"La falta de datos oficiales confiables no sólo priva de una necesaria información ciudadana, sino que introdujo debates políticos mediáticos que ocultan lo importante", aseguró Agustín Salvia, investigador jefe del Programa Observatorio de la Deuda Social Argentina. Y agregó: "Creamos estadísticas para complementar la ausencia de información confiable".

Al presentar el informe, la Universidad señaló una vez más la falta de credibilidad en las cifras oficiales. "La alteración por parte del Indec del índice de precios al consumidor (IPC) se vio reflejada en valorizaciones de la canasta básica total y alimentaria alejadas de la realidad", aseguró. Por ese motivo, la actualización de las canastas toma datos de un índice de precios elaborado por Graciela Bevacqua, ex directora del IPC Nacional antes de la intervención del Indec en 2007.

También subió la indigencia

Mientras que en 2013 el Observatorio Social de la UCA estimó que 5,4% de la población no pudo reunir ingresos para comprar una canasta básica de alimentos, ahora la tasa subió un punto porcentual y se ubicó en 6,4 por ciento. Para no ser indigente, la canasta básica alimentaria no oficial debería ser de $2.735 mensuales para una familia tipo, contra los $896 del Indec. "Esto quiere decir que dos millones de personas son indigentes, mientras que hay más de 10 millones de pobres", continuó Salvia.

A diferencia de los datos de pobreza, la indigencia cayó entre 2010 y 2013, pero volvió a crecer el año pasado. La Encuesta de la Deuda Social Argentina se produce sobre un relevamiento de 5.700 hogares, un total de 14.000 personas en 25 aglomerados urbanos. Los datos de pobreza e indigencia también revelan que se ubican en niveles similares a los de 2010.

Qué ocurrió con los planes sociales

El informe que publica cada año la UCA no busca polemizar con la falta de estadísticas públicas, pero sí relevar con datos propios los niveles de pobreza e indigencia en el país, para que esa información (y su metodología) esté disponible al público. "Kicillof aseguró que hay muchas mediciones de pobreza. Es cierto, pero no por eso hay que dejar de medirla", enfatizó el sociólogo.

A su vez, el trabajo de la UCA midió cuáles serían las tasas de pobreza e indigencia oficiales si se aplicaran las canastas que publica el Indec. Y más allá del porcentaje, también demostraron una suba en ambos casos, tanto en hogares como en población.

Salvia: "Creamos estadísticas para complementar la ausencia de información confiable"

Los programas sociales como la Asignación Universal por Hijo (AUH), el Procrear, el Plan Trabajar y Argentina Trabaja pisan cada vez con más fuerza a nivel nacional, pero el informe señaló que esta realidad no se reflejó en una disminución de la situación de pobreza. Tres de cada diez hogares reciben algún plan social, "lo que evidencia el deterioro económico experimentado".

El alcance es mayor en los hogares pobres, pues seis de cada diez acceden a algún plan social. "Están bien focalizados, pero sólo logran cubrir la tasa de indigencia básica", aseguró Salvia. En este sentido, la ampliación de la inversión en programas sociales aumentó a niveles de inflación no oficial. "El deterioro se da por dos motivos: la suba de los precios y la falta de generación de empleo genuino", concluyó Salvia.