Fabio Capello dejó de ser el DT de la selección de Rusia

La Unión de Fútbol de Rusia (UFR) anunció el término del contrato "por acuerdo de las partes" con el entrenador italiano, quien era el mejor pago del mundo y tenía contrato hasta el Mundial 2018

EFE 163

La Unión de Fútbol rusa (UFR) anunció oficialmente el término del contrato "por acuerdo de las partes" con el técnico italiano Fabio Capello como entrenador de la selección de Rusia, anfitriona del Mundial 2018.

"La UFR y el entrenador de la selección de Rusia, Fabio Capello, han llegado a un acuerdo para poner fin al contrato laboral que les unía", se afirma en un comunicado publicado en la página web del organismo rector del fútbol ruso.

En su comunicado, la UFR "agradece sinceramente a Fabio Capello su labor como seleccionador y desea éxitos en su actividad profesional". A su vez, el técnico italiano manifestó su gratitud a la UFR y a la afición por su apoyo durante los años de trabajo al frente del banquillo de la selección rusa.

Capello y la federación rusa han acordado "guardar confidencialidad sobre la indemnización por la rescisión del contrato" del técnico, señaló el presidente en funciones de la UFR, Nikita Simonián. El montante de la indemnización "no es una carga tan pesada para la UFR como muchos se imaginan", aseguró el dirigente.

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Capello tomó las riendas de la selección rusa tras la Eurocopa de 2012 y la clasificó al Mundial 2014, donde no logró superar la fase de grupo. En enero del año pasado, antes de la Copa del Mundo, la UFR le había prolongado el contrato hasta 2018, año en el que Rusia recibirá el Mundial.

Aunque el sueldo del hasta hoy entrenador de la selección rusa nunca se hizo público, medios de comunicación deportivos lo han estimado en unos siete millones de euros, cifra que situaba a Capello como el seleccionador mejor pagado del mundo.

La reciente derrota ante Austria en el partido clasificatorio para la Europa 2016, que prácticamente condena a la selección rusa a la tercera plaza del Grupo G, puso al italiano en la cuerda floja. Finalmente, tanto Rusia como Capello, consideraron que lo mejor era continuar sus caminos separados.