Documentos internos de la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) obtenidos por la agencia de noticias The Associated Press revelan que los agentes antidrogas obtuvieron los primeros informes sobre planes de fuga de Joaquín "El Chapo" Guzmán en marzo de 2014. Eso fue apenas un mes después de que fuera capturado en Mazatlán, México.
Según esa información, el capo narco mexicano intentó huir de la prisión de máxima seguridad El Altiplano I en al menos dos ocasiones. En julio del año pasado, la misma investigación reveló que el hijo de Guzmán había enviado un equipo de abogados y personal de contrainteligencia militar para diseñar un plan de escape.
Con miedo de que se fugara, Estados Unidos había solicitado la extradición del capo, que es perseguido en ese país por diversos crímenes y es considerado el enemigo público número 1 en la ciudad de Chicago (Illinois, norte). El gobierno mexicano rechazó la petición estadounidense alegando que antes debía pagar por sus crímenes en el país y que esta vez no había riesgo de fuga.
El jefe del Cártel de Sinaloa entró el sábado por la noche a la zona de las duchas de la cárcel. Al ver que no salía, los guardianes ingresaron y descubrieron un agujero que desembocaba en un conducto vertical de unos 10 metros de profundidad y donde había una escalera.
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Este conducto comunicaba, a su vez, con un túnel de más de 1.500 metros que contaba con una tubería de pvc para ventilación, alumbrado y una motocicleta adaptada sobre rieles como mecanismo de extracción que, al parecer, fue usada para sacar la tierra. El túnel conducía a una casa en construcción en la colonia Santa Juanita, en los alrededores de la cárcel El Altiplano I, ubicada en Almoloya de Juárez, en el estado de México.
La casilla fue usada de refugio por los cómplices de Guzmán. Esta mañana, un intenso operativo policial se montaba en los alrededores para intentar dar con el paradero del "Chapo". Las fuerzas de seguridad rastrillaron incluso los inmensos tubos de drenaje de la zona para chequear que el capo narco no se hubiera ocultado allí.
Las autoridades mexicanas mantenían hoy su intensa búsqueda, mientras investigan si gozó de la complicidad de personal o directivos de la prisión. Desde Francia, el presidente Enrique Peña Nieto ordenó la persecución masiva de Guzmán, que está siendo buscado por aire y tierra en varias regiones mexicanas por cientos de elementos de la Policía Federal, el Ejército y la Marina Armada.
Estados Unidos ofreció su ayuda para apresar "rápidamente" a Guzmán, considerado hasta su entrada en prisión como el narcotraficante más poderoso del mundo por el imperio criminal que erigió en varios continentes.
El ex jefe de operaciones internacionales de la Agencia Antidrogas estadounidense (DEA) Mike Vigil dijo a la AFP que las primeras 48 horas son claves para poder recapturar a Guzmán y auguró que, si esto no se logra, "recuperará completamente el control del Cártel de Sinaloa".
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En México, todos los periódicos destacaban la fuga del capo en sus portadas, y algunos editoriales y columnistas recordaban las declaraciones de hace un año de Peña Nieto en las que reconocía que sería "imperdonable" que se les volviera a escapar.
La segunda fuga de "El Chapo" de una prisión de máxima seguridad mexicana puede agigantar las leyendas que lo rodean. La primera vez que se evadió fue en 2001, escondido en un carrito de lavandería.
Después de fortalecer su negocio y sostener sangrientas batallas contra sus enemigos durante los 13 años que vivió en la clandestinidad, "El Chapo" fue detenido en febrero de 2014 y el gobierno de Peña Nieto presentó la captura como su mayor triunfo en la lucha contra el narcotráfico.
Desde el domingo, la Fiscalía General toma declaración a una treintena de empleados de El Altiplano, entre ellos su director, para establecer si jugaron algún papel en la fuga de "El Chapo".