El gobierno Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) anunciaron en La Habana que buscarán acordar sin demoras los términos de un cese el fuego bilateral, a la vez que implementarán acciones de desescalamiento del conflicto desde el próximo 20 de julio.
Las partes se proponen crear las condiciones para llegar a un acuerdo sobre un cese al fuego bilateral y definitivo, para lo que solicitarán el acompañamiento de un delegado del secretario general de las Naciones Unidas y otro de la presidencia de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR).
Estos anuncios fueron calificados de inmediato por Santos como "un paso importante para avanzar en acuerdos", según escribió el mandatario en su cuenta de Twitter.
No obstante, advitió que continuará garantizando la protección de los colombianos y "en ningún caso tolerará que ninguna organización al margen de la ley ejerza coerción sobre las comunidades mediante el uso de las armas".
Mientras el proceso de paz avanza, el fiscal general, Eduardo Montealegre, anunció las primeras imputaciones a los máximos líderes de la guerrilla por crímenes de guerra, según una entrevista divulgada por el diario El Tiempo.