"El ala dura iraní considera que un acuerdo nuclear es una afrenta a la revolución islámica"

Se dilata la firma de un acuerdo con Teherán. Larry Valero, director del Instituto de Estudios sobre Seguridad Nacional (NSSI), analizó para Infobae las negociaciones

163
163

El miércoles pasado, por cuarta vez desde noviembre de 2013, se pospuso la fecha límite para que las potencias del Grupo 5+1 (los Estados Unidos y Francia, China, el Reino Unido, Rusia y Alemania) lleguen a un acuerdo nuclear con Irán. Algunos de los negociadores en Suiza justificaron esta nueva postergación al hablar de la importancia de un acuerdo de calidad, más allá de los tiempos; otros reconocieron una discusión áspera entre los iraníes y el resto de los diplomáticos sobre el embargo de armas de las Naciones Unidas y las restricciones sobre misiles.

Lo cierto es que al aproximarse el fin de la semana, cuyo último día laboral es también el último día que el Congreso de los Estados Unidos ha previsto para recibir el texto del acuerdo, las probabilidades un acuerdo o un fracaso son parejas. Cualquier demora pondría aún más en riesgo la aprobación del texto en Capitol Hill, y en caso de rechazo dejaría a los demócratas en la posición de buscar los votos para sostener un veto presidencial.

Infobae consultó al Dr. Larry Valero, director del Instituto de Estudios sobre Seguridad Nacional (NSSI), y profesor de la especialidad, en la Universidad de Texas en El Paso (UTEP) sobre su visión de este camino tan complicado para un acuerdo histórico (las relaciones de Irán con Occidente han sido complejas desde la revolución del ayatolá Ruhollah Khomeini y la intervención del gobierno de Ronald Reagan en la Guerra Irán-Irak al año siguiente) que tanto el presidente los Estados Unidos Barack Obama como su par iraní Hassan Rohani parecen buscar con interés.

"Un acuerdo sería un logro destacable tanto para Obama como para Rohani. Sin embargo, los conservadores en los Estados Unidos y el ala dura en Irán sin duda continuarán poniendo presión en la política interna", dijo Valero.

En los Estados Unidos: "Los republicanos conservadores, que desconfían de los iraníes, harán que sea difícil la eliminación de las sanciones económicas".

En Irán: "El ala dura considera que un potencial acuerdo nuclear y mejores relaciones con los Estados Unidos son una afrenta a la revolución islámica, que se basa en el anti-americanismo".

Las consecuencias en Medio Oriente

El director Valero, quien además evalúa los programas militares sobre estudios de inteligencia en el Consejo Estadounidense de Educación (American Council on Education), analizó el impacto que podría tener un acuerdo en Medio Oriente, donde Irán (de Islam chiíta, que ha brindado apoyo a los hutíes en Yemen y a Hezbollah) y Arabia Saudita (de Islam sunita, que ha conversado con Pakistán sobre la compra de armas nucleares) compiten por la influencia regional.

"Las dimensiones geopolíticas de cualquier acuerdo son complicadas y podrían tener repercusiones amplias en toda la región", advirtió. "Un acuerdo que se perciba como malo podría promover la inseguridad en varios países árabes de mayoría sunita."

Puso el ejemplo de un aliado de los Estados Unidos en la región: "Arabia Saudita potencialmente podría ver un acuerdo así como un permiso para que Irán adquiera armas nucleares utilizables. Para equilibrar, Arabia Saudita, Egipto y los países del Golfo necesitarán alguna forma de disuasión. Pero una disuasión más amplia de los Estados Unidos probablemente sea vista como inadecuada, porque es un partícipe central del acuerdo nuclear."

¿Y si no hay acuerdo?

El director del NSSI de la UTEP, ex investigador de la Agencia Nacional de Seguridad (Ft. Meade, Maryland) y autor de artículos para publicaciones especializadas como International Journal of Intelligence and Counterintelligence e Intelligence and National Security, evaluó qué podría suceder si al fin no se llegara a un acuerdo. ¿Irán se apuraría a construir una bomba? ¿Los Estados Unidos recurrirían a la fuerza militar? ¿Existiría otra forma de proceso diplomático?

"El gobierno iraní ha declarado regularmente que no está interesado en desarrollar armas nucleares. Pero su retórica política no se ajusta a sus acciones pasadas en el campo de su programa nuclear y de uranio enriquecido", comparó Valero. "El fracaso del acuerdo resultará en una bomba iraní en algún momento del futuro."

Agregó: "En lo que concierne a un arma nuclear iraní, el presidente Obama ha dejado todas las opciones sobre la mesa. No obstante, parece improbable un ataque directo, dirigido por los Estados Unidos, contra las instalaciones nucleares iraníes, en particular durante este gobierno. Tal ataque requeriría una tremenda voluntad política interna que los Estados Unidos simplemente no tienen en este momento. Sin un acuerdo de armas nucleares, la posibilidad de acciones militares contra Irán sería una decisión para otro presidente".