Méndez se fue de Gimnasia de Jujuy por amenazas de muerte

"El Gallego" dejó de ser DT del "Lobo", que está cuarto en el Nacional B, por las intimidaciones que sufrió. Dijo que un hincha le mostró un cuchillo y que a un colaborador le robaron tras cobrar el sueldo

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 DyN 162
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Sebastián Méndez dejó de ser el técnico de Gimnasia y Esgrima de Jujuy pero su salida no de debió a malos resultados, ya que el equipo hoy está en puestos de clasificación al reducido por el ascenso a Primera, sino por las constantes amenazas que sufrió por parte de la barra brava del "Lobo".

"El Gallego" adjudicó su renuncia a las "amenazas" y "cuestiones extrafutbolísticas" que rodearon su paso por la entidad jujeña. Aunque el presidente del club, Fernando Yecora, le pidió que siguiera al frente del equipo, el entrenador no dio el brazo a torcer y confirmó su ida.

"A mi ayudante de campo le entraron robar a la casa un día después de que habíamos cobrado y le sacaron todo. Recibí amenazas telefónicas, otro día un tipo vino al hotel y me mostraba un cuchillo del otro lado de la ventana. Fue todo muy duro", relató Méndez en declaraciones al diario Clarín.

El ex entrenador de Atlanta y Platense denunció que sufrió amenazas de muerte, al igual que su esposa y sus hijos, quienes están en Buenos Aires. Las intimidaciones comenzaron en abril, cuando Gimnasia quedó eliminado de la Copa Argentina a manos de Tigre.

"Hicimos la mejor primera rueda en los últimos 10 años del club, el equipo estaba muy bien, pero perdés un partido y parece una catástrofe. Lamentablemente nos acostumbramos a estas situaciones", analizó Méndez, quien aseguró que en el fútbol "hay poca tolerancia al fracaso", a la vez que deseó que su salida "le de aire" a la institución.

"Si aceptamos que todo es normal, un día vamos a decir que lo que pasó con el gas en Boca-River estuvo bien. Vamos a aceptar que los hinchas visitantes no vuelvan más a las canchas. Vivimos demasiado mal. Estoy muy dolido. Se te corta el laburo, se te cortan las ilusiones. Trabajamos mucho para esto. Llevo 21 años en el fútbol y estamos cada vez peor: cada vez más violentos y menos pacientes con la derrota", sentenció.