Francisco celebra este jueves una multitudinaria misa a los pies del Cristo Redentor de Santa Cruz, en su segunda día de visita en Bolivia, cuya política social elogió y en donde llamó a resolver con diálogo los conflictos entre países hermanos.
El pontífice llegará a la plaza del Cristo Redentor al promediar las 10H00 locales (14H00 GMT), para una ceremonia en la que las autoridades esperan congregar a 2 millones de personas, y tiene listas unas 500.000 hostias para la comunión.
"Nos vamos a quedar toda la noche, hasta las 7 de la mañana, cuando abran (el acceso a la plaza). Venimos desde La Paz, con todo entusiasmo, con todo amor, esperando la bendición del papa", dijo a la agencia de noticias AFP Patricia Sanzetenea, quien conforma un grupo de 100 viajeros.
Las bajas temperaturas y la humedad se intensifican en esta ciudad, por lo que los fieles han venido preparados con gruesas casacas, gorros y guantes.
"Estamos bien. Ansiosos de ver al papa y escuchar la santa misa que va a celebrar. Nos vamos a quedar toda la noche, pese al frío, para escuchar las divinas palabras de nuestro santo padre", dijo por su parte Jorge Conde, que llegó desde Pando (norte, frontera con Brasil), junto con 160 personas.
El papa Francisco y varios obispos utilizarán un local de Burger King, cercano a la plaza del Cristo Redentor, como sacristía, para cambiarse antes de celebrar la misa, informó el gerente de la firma en el país.
"Después de una evaluación por parte de la Iglesia (católica) y de la alcaldía, consideraron que el edificio era el adecuado y hemos suspendido temporalmente las ventas", explicó a la edición de internet del diario El Día el gerente general de Bolivian Food, Alfredo Troche, empresa que tiene la franquicia de la cadena estadounidense en Bolivia.
En la plaza se ha acondicionado un altar y se han colocado miles de sillas para la ceremonia. Francisco está en Bolivia como parte de una gira por Sudamérica que lo llevó primero a Ecuador y que culminará en Paraguay el domingo.
"Bolivia te ama, papa Francisco, Bolivia te ama, papa Francisco", corea la gente, mientras aguarda el inicio de la ceremonia.
Francisco pernocta hasta el viernes en la casa del cardenal Julio Terrazas, arzobispo emérito de Santa Cruz, debido a que no existe una representación pontificia en esta ciudad.
Continuando con su baño de multitudes, el papa se reunirá con 4.000 sacerdotes, religiosos y seminaristas en el coliseo Don Bosco, para cerrar la jornada en el encuentro mundial de los movimientos populares, donde recibirá un documento con las inquietudes del foro patrocinado por entidades del Vaticano.
De este participan movimientos de base de todo el mundo, entre ellos delegados de trabajadores precarios e informales, movimientos de campesinos sin tierra, indígenas, emigrantes y movimientos antiglobalización.
La reunión podría servir a Francisco para medir la llegada que ha tenido su encíclica "Laudato Si'" sobre la defensa de la tierra y de los pobres.
Francisco sorteó el miércoles las alturas de La Paz, durante su primer día de visita en Bolivia, una de las naciones más pobres de Sudamérica, pero que en los últimos años ha registrado un crecimiento económico superior a los de sus pares en la región.
"Bolivia está dando pasos importantes para incluir a amplios sectores en la vida económica, social y política del país", dijo el pontífice de 78 años y que vive con un solo pulmón desde su juventud, tras aterrizar en el aeropuerto de El Alto, a 4.000 metros de altitud.
Francisco, que tuvo a su disposición un tubo de oxígeno por precaución, fue recibido por el presidente Evo Morales y reaccionó favorablemente tanto al frío altipánico como a los 4.000 metros de El Alto, colindante con La Paz, cumpliendo a cabalidad con su programa.
"Recibimos con los brazos y el corazón abierto al papa de los pobres", dijo el mandatario en la ceremonia. El pontífice permaneció casi cuatro horas en La Paz.
Francisco sorprendió a la diplomacia sudamericana al intervenir por primera vez públicamente en el diferendo marítimo entre Bolivia y Chile, al pedir "diálogo" para resolver el pedido centenario de La Paz para recuperar una salida al océano Pacífico, que perdió a finales del siglo XIX.
El papa abogó por soluciones "compartidas, razonables, equitativas y duraderas" de conflictos "entre pueblos hermanos". "Estoy pensando en el mar... el diálogo es indispensable", dijo.
Francisco, cuya exitosa mediación entre Estados Unidos y Cuba le ha válido el reconocimiento continental, no llegó a proponer una mediación de la Iglesia.