El conjunto entrenado por el australiano Stan Foster, que ya encajó el domingo la mayor goleada de la historia ante Fiji (0-38) tras comenzar con un 0-30 ante Tahití, volvió a tener el dudoso honor de superar esta marca la pasada madrugada ante Vanuatu. "Ha sido un encuentro de niños contra hombres", comentó el técnico de la selección micronesia.
El director técnico pidió ayuda a la FIFA. Quiere que reconozcan al equipo oficialmente y le otorguen un ranking, lo que según él abriría la puerta a una asistencia técnica
"Hemos jugado contra equipos bien entrenados, espero que la FIFA venga a Micronesia y nos afilie con Asia. Eso nos dará un gran impulso", aseguró el seleccionador, que dijo sentirse "aliviado" después de que la organización de los Juegos le asegurara que su selección tenía "las puertas abiertas" para repetir participación dentro de cuatro años.
Las selecciones de Fiji, Papua Nueva Guinea, Nueva Zelanda y Vanuatu lograron clasificarse en sus respectivos grupos para las semifinales y se enfrentarán este viernes en busca de la final.
Las goleadas encajadas por Micronesia no serán reconocidas por la FIFA al tratarse de una competición de categorías inferiores no oficial.