Claudio Lamonega (50) es el único acusado por el triple crimen ocurrido hace siete meses en la localidad de Sarmiento, provincia de Chubut. Se lo acusa de haber asesinado a su pareja, Marisa Santos (48), y a los dos hijos de ella, Lucas (15) y Victoria Ramis (17).
En agosto se llevará a cabo la audiencia preliminar donde la causa se elevaría a juicio oral. A pedido de la fiscal de la causa, Andrea Vázquez, la acusación contra Lamonega incluye la figura de femicidio.
Es que las pericias psicológicas realizadas sobre el imputado dan cuenta de una patología "psicópata, paranoica y celotípica". Ya lo describía Santos en su diario íntimo, que fue secuestrado por los investigadores de la División Homicidios de Sarmiento. En sus páginas la fiscal pudo advertir indicios de que Marisa padecía violencia psicológica y económica. También se tuvieron en cuenta los testimonios de los testigos, que avalan la hipótesis de los celos. Marisa y Claudio ya no convivían, pero seguían siendo pareja.
La etapa investigativa está concluida desde el miércoles. El sábado 22 de noviembre de 2014 Lamonega salió de su casa a bordo de su camioneta. Había cenado con la familia. En la madrugada del 23 regresó con un revólver con silenciador. Mientras todos dormían, asesinó a Marisa de un tiro en la nuca, y a los dos hijos, de dos. Y en la cara.
Lamonega será imputado entonces por los delitos de triple homicidio agravado por alevosía, violencia de género y femicidio, que prevé una pena de prisión perpetua.
Un dato sorprendente en este caso es la pariticipación de la hija de Marisa, Victoria Ramis, en una campaña contra la violencia de género, para la cual prestó su imagen exponiendo un cartel con un mensaje que apelaba a la concientización de esa problemática social: "Ni golpes que lastimen ni palabras que hieran", reza la leyenda que ella sostiene, maquillada, con un ojo negro.
La campaña había sido lanzada en noviembre de 2013 por la Dirección de Cultura del municipio de Sarmiento, en ocasión del Día Mundial contra la Violencia de Género.
Las fotos las tomó Melina Lefipán, amiga de la joven víctima, quien declaró: "Con Victoria queríamos evitar ver en las noticias una muerte más. Para que todas las mujeres puedan darse cuenta de que no están solas y que hay gente dispuesta a ayudarlas. No deben guardar silencio. Si mi amiga hubiera podido confiar en alguien quizá hoy su vida hubiera sido diferente. Ni una menos".