El muy planeado "viaje de ensueño" de los recién casados Valasia Limnioti y Konstantinos Patronis a los Estados Unidos terminó en la ciudad de Nueva York, donde sus tres semanas de luna de miel se convirtieron rápidamente en una pesadilla. "Teníamos hambre y lloré durante dos días", dijo Limnioti.
La pareja se saltó algunas comidas antes de gastar sus últimos dólares en una cena en McDonald's. Dos iglesias griegas ortodoxas en Queens salieron al rescate y les dieron dinero para que sobrevivieran hasta su vuelo de regreso a Grecia el viernes.
La aventura de la pareja en los Estados Unidos comenzó con su boda el 6 de junio en Volos, Grecia, una ciudad portuaria al norte de Atenas.
Ahorraron todo un año para pagar por vuelos y hoteles, con suficiente dinero extra para servicios y diversión. Dos bancos griegos les dieron tarjetas antes del viaje: una tarjeta de crédito Visa y una tarjeta de débito. En Grecia suelen pagar en efectivo, pero les dijeron que llevaran dos tarjetas a los Estados Unidos.
"Todo iba muy bien... y 'bum', [el estallido se produjo] en Nueva York", dijo Limnioti.
Su hotel en Manhattan les pidió pagar un cargo adicional de 45 dólares, que fue cuando sus tarjetas no funcionaron. Pagaron con el dinero que les quedaba.
En cuestión de días, se les acabó el dinero y ya no pudieron disponer de más, dijo Limnioti.
El martes, desesperados, se pusieron en contacto con la arquidiócesis local de la Iglesia ortodoxa griega, que a su vez se puso en contacto con las iglesias del barrio Astoria, en Queens.
La iglesia de St. Demetrios y otra cercana, St. Irene Chrysovalantou, les ofrecieron 350 dólares.
"Les dije: 'No se preocupen, para eso estamos aquí''', dijo el reverendo Vasilios Louros de St. Demetrios. "Ésta es la iglesia de Cristo, y siempre ayudamos a la gente".
Además, una cantidad no revelada llegó de un periodista griego que reside en Nueva York.
La pareja insistió en pagar el dinero, pero les dijeron que era un regalo, manifestó Limnioti el miércoles.
Otros griegos en el extranjero también se quedaron sin dinero
Agregó que parientes en Grecia les comentaron que otros griegos en el extranjero se quedaron sin dinero, incluso algunos pacientes en hospitales estadounidenses no pueden pagar por su atención médica.
Dice que habla porque los griegos son personas orgullosas, y quiere que el mundo sepa que no están en esa situación porque fueron flojos o hicieron algo mal.
Con los bancos cerrados, Grecia enfrenta una profunda crisis financiera. Los griegos votarán el domingo un referéndum sobre si respaldar más recortes presupuestario, más aumentos de intereses y más negociaciones con acreedores europeos.