Video: todo lo que sucede en los primeros mil días de un niño

El cortometraje retrata de atrás hacia adelante las vivencias de un niño durante sus primeros tres años de vida. Una alimentación adecuada, controles de salud, amor y estimulación son los factores claves para un crecimiento saludable

162
Shutterstock 162

Desde el momento de la concepción y hasta los dos primeros años, el niño que se encuentre sometido a carencias nutricionales y a un entorno descuidado que no le brinda la atención necesaria, tendrá riesgo aumentado de presentar problemas en su desarrollo futuro. Su 'capital humano', expresado en el mayor rango posible de inteligencia, escolaridad, fuerza y capacidad de reproducción saludable, se podría ver limitado, con serias consecuencias tanto para su desarrollo personal como de productividad económica a la hora de ser mayor y realizar un trabajo.

Es por eso que Nutricia Bagó se comprometió con difundir el mensaje mediante un video retratando las vivencias de un niño en sus primeros tres años de vida. La agencia a cargo del proyecto -producido por MU Films- fue Room 23, en donde el objetivo central se enfoca en el desarrollo del bebé.

Los primeros mil días representan una verdadera ventana de oportunidad en las potencialidades del niño. Si éste padece carencias, lamentablemente quedará expuesto a un riesgo aumentado de pérdida de crecimiento durante ese período, sacrificando la oportunidad de alcanzar su máximo potencial.

Shutterstock 162

El crecimiento saludable es importante en todas las etapas de la vida. Sin embargo, el período comprendido desde la gestación a los dos años de vida es el de mayor plasticidad epigenética; en otras palabras, es un período de los denominados 'ventana critica', en que la nutrición influencia directamente la potencialidad del ser humano, de manera que la persona pueda alcanzar en su futuro el mayor rango posible de inteligencia, creatividad, fuerza muscular, capacidad reproductiva y salud en general.

"La epigenética es reconocida como la base molecular que interviene en el origen de la salud y la enfermedad. Determinados estímulos nutricionales en etapas críticas como son los primeros mil días, pueden tener una influencia sostenida en el tiempo en la expresión de varios genes", explicó la doctora Verónica Mericq, médica especialista en endocrinología pediátrica del Instituto de Investigaciones Materno-Infantil de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.

Este concepto se ensambla con el de 'capital humano', que no es otra cosa que el desarrollo al mayor rango posible de la inteligencia, la escolaridad, la fuerza muscular, la capacidad reproductiva y el menor riesgo de padecimiento de enfermedades crónicas no transmisibles, que, desde una perspectiva económica, se traduce en una mejor inserción laboral y mayor capacidad productiva.

Invertir en salud

Cada vez más países de bajos ingresos están entendiendo la importancia de invertir en salud durante los primeros años de vida: a mayor cantidad de vidas salvadas, lo cual está íntimamente relacionado con los programas de nutrición, se logrará un mayor capital humano en el futuro.

Si la expectativa de vida al nacer de un país dado alcanza, por ejemplo, los 76 años, por cada chico que fallezca antes de los 6, en términos generales, se perderán 70 años de una vida productiva. Si sumamos muchos setenta años, esa sociedad pasa a perder miles de años, lo que se traduce en una pérdida irreparable de capital humano para un país.

Shutterstock 162

En contrapartida, si uno aplica inversiones en salud que eviten esas muertes y garanticen más años de vida en la población, el costo por año ganado terminará recuperando con creces la inversión llevada a cabo en todos esos programas de salud y de crecimiento integral. Diversos estudios marcan que programas contra la desnutrición en países carenciados permitirían reducir entre un 15 y un 20% la cantidad de muertes en la infancia.

Un niño bien alimentado y criado en un entorno favorable y afectivo tendrá más meses de escolaridad, un desarrollo intelectual mejor, mayor inteligencia y capacidad de concentración. Nutrientes esenciales, como el hierro, son en sí mismos una garantía que contribuirá a un mejor desarrollo neuronal y a mayores posibilidades de una mejor escolaridad.

Principales intervenciones para los primeros mil días

a) Controles: Desde la concepción, lo cual implica que las madres se hagan los controles, que reciban suplementación como con ácido fólico, que es un nutriente que disminuye el déficit del tubo neural en el recién nacido.

b) Nutrición en el embarazo: La mamá deberá cuidar su balance nutricional, su peso corporal y realizar actividad física según sus posibilidades para que el bebé crezca normalmente en el útero y después se alimente bien. El aumento de peso en el embarazo debe ser cuidadosamente monitoreado.

c) Alimentación del bebé. Una alimentación saludable, fundamentalmente durante los dos primeros años de vida del bebé, primero a través de la lactancia materna en forma exclusiva hasta los seis meses, y luego incorporando la alimentación complementaria siguiendo las recomendaciones del pediatra o nutricionista.

d) Vacunas. La aplicación de todas las vacunas recomendadas por el calendario oficial gratuito y obligatorio, tanto para la embarazada como para el bebé.

Asesoró: Doctor Norberto Giglio, médico especialista en pediatría (MN 84.374). Magister en farmaco-epidemiología por la Universidad Autónoma de Barcelona.