Príncipe saudita donará a caridad 35.000 millones de dólares

En una rueda de prensa en la capital de Arabia Saudita, Riad, el magnate de 60 años de edad, considerado el hombre más rico de su país por la revista Forbes, explicó que esa donación irá destinada a la Fundación Humanitaria Al Waleed para financiar obras benéficas, aunque no especificó cuándo se hará efectiva dicha donación.

Asimismo, reveló que los 35.000 millones de dólares que conforman su patrimonio serán derivados a organizaciones caritativas, en concreto aquellas que trabajan en la lucha contra las enfermedades, las que llevan a cabo labores de socorro en casos de emergencia, y también las que operan en el ámbito de los derechos de la mujer.

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Al Waleed aparece en el puesto 34 de la lista de los billonarios elaborada durante 2015 por la prestigiosa revista de negocios estadounidense Forbes.

"Este compromiso filantrópico de 35.000 millones de dólares ayudará a crear puentes para la comprensión cultural, el desarrollo de las comunidades, el incremento de la autonomía de las mujeres, la promoción de los jóvenes, el suministro de ayuda en caso de catástrofes naturales y la creación de un mundo más tolerante", dijo el príncipe en un comunicado.

"Esta donación será atribuida según un plan bien concebido a lo largo de los próximos años", pero sin límite en el tiempo, agregó.

Será "supervisado y administrado por un consejo de administración", dijo el príncipe, que destacó que su compromiso continuará tras su muerte a favor de "proyectos e iniciativas humanitarias".

Nieto del rey Salman, el príncipe Al Waleed no ocupa ninguna función gubernamental, sino que dirige la compañía Kingdom Holding. Ésta cuenta con participaciones en diversas actividades, desde EuroDisney hasta el banco estadounidense Citigroup, el gigante de los medios de comunicación News Corporation y Twitter.

En Arabia Saudita, Al Waleed también participa en el mercado inmobiliario y posee otros activos, más allá de la empresa Kingdom Holding.

En este sentido, el príncipe es uno de los constructores de una torre que será la más alta del mundo, con más de 1.000 metros, en la ciudad de Jeddah, en la costa oeste del país del Golfo Pérsico.