"Sospecho que muchos de los que están acá no son kirchneristas. Tengo ese prejuicio". Las palabras del ministro de Economía, Axel Kicillof, tenían como destino un público particular. Más de 400 empresarios dijeron presente al almuerzo que organizó el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICYP), liderado por Eduardo Eurnekian.
El salón Versailles del hotel Alvear estaba repleto. A la espera del discurso del ministro, se duplicó la cantidad de asistentes que suelen llegar a estas reuniones mensuales, y los organizadores tuvieron que utilizar una sección anexa del salón. Lo que más sorprendió fue la presencia de los número uno de las principales compañías del país. "Es la primera vez que vengo", admitió Isela Costantini, la CEO de General Motors, en diálogo con Infobae.
Eduardo Elzstain, de IRSA, Alejandro Bulgheroni, de Pan American Energy y Adrián Werthein, de Telecom, también formaron parte del arco de empresarios top que asistió para escuchar al precandidato a diputado nacional. Una exposición de poco más de una hora dejó algunas cuestiones en claro: Kicillof apostó a que el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, "probablemente gane" las elecciones presidenciales, y si es así, será la garantía de continuidad en la política económica de cara a 2016.
"Pensamos seguir haciendo más o menos lo mismo", enfatizó, porque no sólo tendrá el mismo "signo político" sino también las "mismas políticas". Los murmullos se hicieron escuchar. Si bien no todos los empresarios piden un cambio abrupto en la política económica, sí aseguran que se necesitan modificaciones. "Kicillof defiende un modelo económico que ha sido bueno, pero hay que hacer unos ajustes, como la inflación, el cepo al dólar, las DJAI para importar. Hay que retocar el modelo", resumió el empresario constructor Gustavo Weiss.
Un empresario que negocia cara a cara con el Gobierno las trabas para importar insumos dio por descontado que Scioli se convertirá en el próximo presidente, y eso significa a un Kicillof activo en Economía. "No sé si eso es bueno o malo, depende del camino que siga. Algo tiene que cambiar", coincidió.
De notable buen humor, Kicillof no tardó en bromear con su presentación. "Traje 104 filminas, les recomiendo que empiecen a almorzar", dijo a los asistentes, en referencia a un Power Point que preparó junto a su equipo para proyectar en las pantallas del salón. El secretario de Política Económica, Emanuel Agis y el de Comercio Augusto Costa, fueron algunos miembros de su equipo que lo acompañaron.
Ante todo, dejó en claro que el principal objetivo del Gobierno es el crecimiento económico, y que por eso "el país no va a andar con el paquete liberal". "A veces dicen que nos contradecimos, pero no lo hacemos. No nos casamos con medidas económicas, nos movemos por objetivos", resumió.
Además de Eurnekian, la mesa principal estaba compuesta por allegados al ministro. Mariano Recalde, candidato a jefe de Gobierno porteño, tuvo su lugar junto a Jorge Brito (Banco Macro), Cristiano Rattazzi (Fiat), Héctor Méndez (UIA) y Doris Capurro, al mando de las comunicaciones de la estatal YPF.
La separación total del liberalismo se centró en no volver a pactar con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que hoy se ubica en torno a las negociaciones por la caída de Grecia en default. "La reindustrialización del país es la clave. Esperemos estar a la altura", insistió una y otra vez. Y agregó: "Si no se aplican las medidas económicas necesarias, habrá inestabilidad monetaria en los países del tercer mundo".
Tras una ronda de conversaciones con la prensa sobre el avance de la causa con los holdouts, saludó y abrazó a más de un empresario que pedía sacarse una foto con el ministro. "El discurso no dejó caras largas porque es más de lo mismo, no dijo nada sorprendente", aseguró un industrial, aunque los principales referentes prefirieron retirarse sin opinar sobre las definiciones de Kicillof.
La promesa de Eurnekian de apostar a la diversidad de las reuniones se mantiene. El empresario al frente de Corporación América anticipó que el precandidato presidencial Mauricio Macri ya confirmó su presencia para el almuerzo del próximo 5 de agosto. ¿Cambio o continuidad? Sin definiciones claras, la discusión aún no terminó.