"No tener un perfil en Facebook puede ser considerado sospechoso"

A días del inicio de una nueva edición del Social Media Day, el evento que reúne emprendedores y líderes digitales, Infobae habló con varios expertos sobre el impacto de las redes y las industrias tecnológicas

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A medida que los millennials adoptan nuevas formas de comunicarse, las redes sociales ya dejaron de pertenecer al ámbito social para meterse de lleno en el mundo laboral.

En Argentina existen casi 11 millones de usuarios de smartphones y el 90 por ciento de los argentinos que tienen acceso a internet (unas 23 millones de personas) se conecta a Facebook.

A la hora de buscar trabajo en una empresa, los departamentos de Recursos Humanos no sólo utilizan LinkedIn para evaluar la experiencia de un potencial empleado, sino que también – aunque muchos no lo admitan – analizan su presencia en Facebook, Twitter e incluso Instagram.

"A nivel corporativo, no tener un perfil en Facebook puede ser hasta considerado sospechoso", comenta Joan Cwaik, emprendedor tecnológico y experto en el tema. Según él, no tener un perfil en ninguna red social "en una sociedad tan digitalizada e interconectada resulta raro".

Exceptuando a aquellos que aún no poseen acceso a internet, no tener una presencia en Facebook genera una percepción de desconexión a nivel social.

"Hoy es extraño no tener un perfil en Facebook", señala Adriana Bustamante, experta en redes y organizadora del Social Media Day, un evento que reúne a la industria digital para hablar de innovación en las redes. "Hay gente que decide no tenerlo, pero esto hace que te pierdas muchas cosas. Te miran como un bicho raro, como que estás desconectado o no estás dentro del círculo. Mucha gente se suma sólo por esto", explica.

En Argentina "casi tenemos dos líneas de teléfono por habitante, a pesar de la estructura deficiente y la falta de acceso a internet", agrega Cwaik. "En ciertos nichos sociales esto genera expectativa y ansiedad que empuja a esta exposición".

Por esto es que "hay que tener cuidado con lo que publicamos," dice Bustamante.

"Tenemos los datos tan expuestos que esto a uno le puede jugar en contra. Si tengo un perfil profesional tengo que cuidar lo que estoy publicando. La gente de Recursos Humanos te googlea y ahí está publicada tu información", comenta.

En una sociedad cada vez más expuesta (o sobreexpuesta) se multiplican las aplicaciones que permiten al usuario publicar información relacionada con detalles personales o íntimos para que queden a la vista de sus seguidores. Desde el fenómeno del streaming en vivo surgido con Periscope a la posibilidad de FitBit de publicar cuántas calorías se quemaron en una hora de gimnasio, cada día nos acercamos a la posibilidad de exposición total.

, asegura Cwaik. "El que tenga control de esos ojos a nivel mundial va a tener un control muy grande a nivel social. Las implicancias socioculturales son muy fuertes", comenta.