Tsipras le pidió a Juncker auxilio para conseguir que el programa se amplíe "durante unos días y ayude a restablecer la liquidez del sistema bancario griego", según reveló un funcionario del gobierno de Atenas.
El objetivo del premier helénico es conseguir un poco de oxígeno para llegar al próximo 5 de julio, cuando se llevará a cabo el referéndum a nivel nacional para decidir si se aceptan las propuestas de ajuste negociadas entre el gobierno griego y sus acreedores.
Sin embargo, las anteriores peticiones para obtener la mencionada ampliación fueron rechazadas.
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Los griegos trataban de adaptarse este lunes al cierre de bancos y cajeros automáticos y a un clima de rumores y teorías conspirativas, luego de que un colapso el fin de semana en las negociaciones de Atenas con sus acreedores sumiera al país aún más en la crisis.
Tsipras le dijo a Juncker que "obstruir la expresión democrática del pueblo griego cerrando los bancos va en contra de la tradición democrática de Europa", añadió el funcionario griego.
El primer ministro de Grecia también habló con el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, y pidió apoyo parlamentario.
Mirando a futuro
Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, afirmó este lunes que la puerta para nuevas negociaciones sobre Grecia permanecería abierta "después del referéndum" del 5 de julio.
"Si después del referéndum el gobierno griego pide que se retomen las negociaciones, naturalmente no nos opondríamos a ello" dijo Merkel en rueda de prensa en Berlín.
La consulta popular "está, desde luego, vinculada al mantenimiento (de Grecia) en el euro", precisó la máxima autoridad política germana, aunque sin dar consigna de voto a "los ciudadanos griegos responsables".