En el medio del Caribe, más específicamente al sureste de Florida (Estados Unidos) y al norte de Cuba, se encuentra Las Bahamas. En total este país está constituido por 700 islas pero hay una que brilla por su imponencia: Paradise Island.
Allí todo se resume al gran hotel que la habita, el Atlantis Resort. Este paraíso posee seis diferentes torres de las cuales se destaca especialmente The Cove, edificio de lujo de la cadena. Su estilo de diseño minimalista atrapa a los huéspedes desde su llegada. Colores cálidos en tonos terracota, fuentes de agua por doquier y locales de ropa de primer nivel son algunas de las cosas que acompañan en el camino a las habitaciones.
En total hay seis tipos de categorías de suites pero se distinguen la Presidential Suite ubicada en la planta alta y la Penthouse Suite reservada para los más exigentes pues ocupa todo un piso. Pero todas son igual de confortables. Entre las facilities que presentan están sus amplias dimensiones, la vista privilegiada (al mar o a las piletas), el baño completo con doble bacha, ducha y bañera y el balcón con reposeras.
Además, aquellos hospedados en este edificio tienen la posibilidad de acceder a una pileta solo para adultos (no se permiten menores de 18 años) totalmente privada que cuenta con un bar de playa que ofrece desde camarones grillados con salsas exóticas hasta ensaladas del chef y exquisitos tragos. Además, cuentan con una recepción personalizada antes de ingresar a los ascensores por cualquier necesidad que posean.
Pero eso es solo el comienzo del universo de Atlantis. Este resort además de estar situado en las mejores playas y tener más de diez piscinas, posee uno de los parques de agua más grandes del hemisferio oriental. Aquaventure significa 57 hectáreas de pura diversión: toboganes de alta velocidad que se sumergen en el agua y atraviesan peceras con tiburones o ríos rápidos que pueden recorrerse en inflables singles o grupales. También pueden realizarse actividades acuáticas como buceo, nado con delfines y caminatas bajo el agua con escafandra al lado de los tiburones (tan bien alimentados que no representan una amenaza).
Cuando el sol baja, es hora de planear las actividades de la noche. Casino, shows en vivo, cine o incluso pasear a la luz de la luna por las mediaciones del hotel son varias de las opciones disponibles.
Lo que no hay que perderse es de experimentar la variada oferta gastronómica del hotel. Las mejores propuestas son ir a comer a alguno de los lugares que están en La Marina con vista a los imponentes barcos que llegan y anclan (muchos reconocerán Café Martinique por su aparición en James Bond Thunderball), cenar en Olives, restaurante dirigido por el chef Todd English o deleitar la comida japonesa que sirve Nobu.
En definitiva, un hotel que ocupa una isla y la convierte no solo en el spot perfecto para conocer Bahamas sino en un sitio de confort absoluto para alojarse y en un lugar ideal para pasar una de las aventuras más divertidas del mundo subacuático. Y este es solo el comienzo de la experiencia que representa Atlantis Resort.
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